Fundado en 1910
Dos personas observan las vistas de Madrid desde el Faro de Moncloa durante el segundo día con presencia de polvo sahariano en la ciudad, a 16 de marzo de 2022, en Madrid (España).

Dos personas observan las vistas de Madrid desde el Faro de MoncloaIsabel Infantes - Europa Press

El elemento que está por todas partes y que mata a casi 70 personas cada día

Los grupos vulnerables, como niños, mujeres embarazadas, personas mayores, son los más afectados

El pasado año en España fallecieron un total de 439.146 personas, lo que supone una media de 1.205 muertes diarias. Entre todas las enfermedades, las del sistema circulatorio fueron las principales causas de muerte, según los datos del INE. Muy cerca le siguieron los tumores y otras afecciones, como las del sistema respiratorio o nervioso. Aunque estas tuvieron un gran impacto, quedaron sin abordar otros factores, como la contaminación, que es una de las principales amenazas para la salud en las ciudades europeas, afectando a cerca del 97 % de la población.

En Europa, la mala calidad del aire causa aproximadamente 300.000 muertes prematuras anuales, 25.000 de ellas en España, lo que equivale alrededor de 70 muertes diarias en nuestro país. Este fenómeno no solo impacta la salud de las personas, sino que también tiene enormes consecuencias económicas.

Los efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud son devastadores. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición al aire contaminado aumenta el riesgo de enfermedades graves, como enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, asma, enfermedades pulmonares obstructivas crónicas y cáncer de pulmón.

Asimismo, apunta el estudio llevado a cabo por la Fundación Salud por Derecho, esta condición del aire está vinculada con una reducción en la función pulmonar, problemas en el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso central, mayor riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer y complicaciones de salud en etapas posteriores de la vida. También se ha observado un aumento en el riesgo de diabetes, obesidad, demencia, y trastornos mentales como la ansiedad, depresión y estrés.

Los grupos vulnerables, como niños, mujeres embarazadas, personas mayores, son los más afectados por la contaminación del aire. En áreas de bajos recursos, donde la calidad del aire es peor, los efectos adversos se amplifican debido a la escasa atención médica y a las condiciones de vida más precarias. Además, la Agencia Europea de Medio Ambiente señala que las zonas más pobres tienen un índice de contaminación un 30 % más alto que otras regiones, lo que agrava las desigualdades en salud.

Cómo es la situación en nuestro país

En cuanto a la situación en España, el país afronta una grave crisis de contaminación del aire, con 25.000 muertes prematuras cada año. Según los datos de 2023, más de 33 millones de personas respiraron aire en malas condiciones, lo que afecta a más de dos tercios de la población. Las regiones más afectadas fueron Canarias y la Comunidad de Madrid, donde los niveles de contaminación son especialmente elevados.

Al hilo, el informe alerta de que el tráfico es la principal fuente de contaminación en las ciudades españolas, donde la mayoría de la población reside. Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), que son esenciales para reducir la contaminación urbana, se han implementado en solo unas pocas ciudades, dejando a muchas otras expuestas a niveles peligrosos de contaminación. Además, los Planes de Mejora de la Calidad del Aire, aunque son obligatorios por ley, están ausentes en varias comunidades autónomas, lo que ha llevado a sentencias judiciales que exigen la acción del gobierno.

En este contexto, la Unión Europea aprobó en abril de 2024 una nueva Directiva de Calidad del Aire, la cual estableció límites más estrictos para contaminantes clave como las partículas en suspensión y el dióxido de nitrógeno. Entre las principales novedades destacaron los límites más rigurosos para partículas PM2.5 y dióxido de nitrógeno, la obligación de monitorear la calidad del aire, la implementación de planes nacionales y locales de calidad del aire y una mejor información al público, especialmente a los grupos vulnerables.

Para cumplir con esta directiva, España tiene dos años. Para ello, aseguran desde la Fundación, es esencial que todas las administraciones, tanto locales como nacionales, actúen de manera coordinada para reducir las emisiones contaminantes y garantizar «una mejora significativa en la calidad del aire».

Temas

comentarios
tracking