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Científico trabajando en un laboratorio

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El País Vasco niega un tratamiento eficaz a los pacientes con uno de los tumores más agresivos

Esta tecnología es fácil de usar, ya que no requiere hospitalización y no presenta efectos adversos

El veto al acceso a tratamientos oncológicos cada vez está más marcado. Esta vez, los perjudicados han sido los pacientes con glioblastoma del País Vasco por la falta de acceso a una de las terapias más prometedoras contra estas neoplasias malignas, la de campos eléctricos (TTFields).

La encargada de denunciar la situación ha sido la Asociación de Pacientes de Tumores Cerebrales y del Sistema Nervioso Central, Astuce Spain, que lo ha hecho tras recibir una respuesta negativa del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) a una solicitud presentada por la asociación el pasado mes de febrero, en la que solicitaban la incorporación de esta tecnología innovadora al sistema de salud público vasco.

En la carta dirigida a la Consejería de Salud del Gobierno Vasco, Astuce Spain destaca que los TTFields representan el único avance significativo en la supervivencia de pacientes con glioblastoma desde la introducción del tratamiento estándar, que combina cirugía, radioterapia y quimioterapia con temozolomida, en 2005.

La terapia de campos eléctricos, que utiliza ondas para frenar la proliferación de las células tumorales, es recomendada por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y el Grupo Español de Investigación en Neurooncología (Geino), y se encuentra disponible en más de 15 hospitales públicos de España, con planes de incorporación en otros 40 centros.

José Luis Mantas, presidente de Astuce Spain, explica que el glioblastoma es una enfermedad con una alta mortalidad y una esperanza de vida limitada, con una mediana de supervivencia de apenas 14 meses. Así, asegura que los TTFields pueden aumentar «la supervivencia media» hasta los 25 meses y multiplicar por seis la probabilidad de que un paciente viva «más de cinco años». Además, resalta que esta tecnología es fácil de usar, no requiere hospitalización y no presenta efectos adversos.

En la respuesta oficial, la Consejería de Salud del Gobierno Vasco reconoce que la terapia TTFields no está incluida en la cartera básica ni en la cartera complementaria del Sistema Nacional de Salud ni del Departamento de Salud del Gobierno Vasco. Sin embargo, afirman que se está evaluando la inclusión de esta tecnología en la cartera complementaria. Estas palabras han sido calificadas por la asociación como «un perpetuador de la inequidad», ya que existen comunidades autónomas como Madrid, Cataluña o Galicia donde los pacientes ya tienen acceso a esta terapia en los hospitales públicos.

Para Astuce Spain, esta disparidad supone una «vulneración del derecho a la equidad sanitaria», tal y como establece la Ley General de Sanidad y la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud. Además, señalan que la falta de acceso a esta tecnología no solo afecta a los pacientes vascos, sino también a aquellos con recursos económicos limitados, que no pueden costear la terapia en el ámbito privado.

Ejemplo de esto es Ander Pérez-Orive. Su madre, diagnosticada con glioblastoma en abril de 2023, tuvo que trasladar su tratamiento a Madrid y costear la terapia TTFields en una clínica privada. «Este gasto es inasumible para muchas familias», denuncia Ander, quien ha reclamado los más de 240.000 euros que su familia ha desembolsado por el tratamiento.

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