El «sol artificial» de Corea del Sur que pretende crear energía barata, inagotable y limpia
La búsqueda de energías limpias que sean eficientes y que no perjudiquen al medio ambiente es constante. La solar, la eólica, la geotermia o el hidrógeno son algunas de las fórmulas que han adquirido peso en los últimos años para depender en menor medida de los combustibles fósiles, pero hay más.
Los científicos llevan décadas buscando dar con la tecla para poder desarrollar la fusión nuclear, que no genera CO2, produce menos desechos radiactivos que la energía nuclear conocida hasta ahora, y no conlleva riesgos de accidentes. A finales de 2022, Estados Unidos anunció que esta técnica era posible y abría la puerta hacia la energía limpia e inagotable.
En aquella ocasión se simularon de forma breve las condiciones de una estrella y lograron la ignición, tal y como apuntó Jill Hruby, subsecretaria de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear. El proyecto trataba de recrear las condiciones del Sol en la Tierra, ya que de esta forma se podría producir energía de una manera inimaginable, y es que con los átomos que caben en una cucharilla de café se podría llegar a generar la misma energía que quemando todo el carbón que cabe en un estadio de fútbol.
Pero el país norteamericano no es el único que se encuentra buscando la forma de generar energía a partir de fusión nuclear. En Corea del Sur ya se anunció en 2020 que su proyecto de «sol artificial», llamado KSTAR, había conseguido calentar plasma a 100 millones de grados centígrados durante 30 segundos, algo que marcó un hito.
No obstante, los coreanos siguen invirtiendo en este proyecto y a finales de 2023 se anunció que se había producido la instalación exitosa del desviador de tungsteno, algo que convierte al reactor de fusión nuclear del país en el más avanzado en la actualidad.
El desviador es una pieza clave cuya función es administrar las impurezas producidas en el reactor y facilitar la expulsión de los gases residuales.
Multiplicar por 10 el tiempo
Gracias a este nuevo desarrollo, el KSTAR será capaz de multiplicar por 10 la cantidad de tiempo que tardaba hasta ahora, elevándola hasta los 300 segundos. Esto, según anunció el Instituto Coreano de Energía de Fusión (KIFE) en una nota de prensa, ya se ha probado con éxito, aunque no será hasta finales de 2026 cuando alcance su objetivo.
Según explican, el material de tungsteno posee un alto punto de fusión y características de baja pulverización catódica, por lo que el límite de flujo de calor ha mejorado más del doble en comparación con el desviador de carbono, que es el que utilizaban hasta entonces.
«El desviador, un componente crucial de cara al plasma instalado en el fondo del recipiente de vacío en un dispositivo de fusión magnética conocido como Tokamak, gestiona el escape de gases residuales e impurezas del reactor y también soporta las cargas de calor superficiales más altas. Por eso es importante desarrollar e implementar un desviador que sea altamente resistente al calor», explican desde KIFE.
El presidente de KFE, el doctor Suk Jae Yoo, afirmó que han implementado un desviador con material de tungsteno, «que también es la elección hecha en el caso del ITER». Este último es un reactor experimental masivo que se está desarrollando en Francia y que tiene un tamaño tres veces superior al KSTAR.
«Las energías renovables tal como las conocemos podrían desaparecer»
Con todo esto, la comunidad científica espera que en los próximos años esta tecnología se desarrolle y se pueda alcanzar al fin la ansiada fusión nuclear, que podría solucionar todos los problemas energéticos del planeta al producir energía inagotable, segura y limpia. No obstante, en una entrevista para El Debate Jaime Ruz, experto en física nuclear, calculaba que no sería hasta dentro de «unos 100 o 150 años cuando esta será la única energía que usaremos en la Tierra: «Algunos hablan de 30 años... Yo no soy tan optimista, pero sí, podría ser que se tarde en desarrollar entre 30 y 60 años y en 100 estará ya establecido, será como tener gasolineras», comentaba Ruz.
Asimismo, vaticinaba que una vez se lleve a cabo la fusión nuclear, la manera en que se produce energía experimentará transformaciones significativas: «Las centrales nucleares, hidráulicas, eólicas y demás, tal y como las vemos ahora, pueden incluso desaparecer, ya que esta sería la energía más limpia que existe en el planeta».