Fundado en 1910
Imagen del Gran Pozo MTDE, situado en la comunidad de Cantabria

Imagen del Gran Pozo MTDE, situado en la comunidad de CantabriaClub cántabro de exploraciones subterráneas

El segundo pozo natural más profundo del mundo está en España y mide más que la Torre Eiffel

Fueron necesarios cuatro días para descender hasta el fondo del pozo, que alcanzaría casi el tamaño de las antiguas Torres Gemelas de Nueva York

Uno de los pozos más profundos del planeta se encuentra en España. Aunque no hay una clasificación oficial de los pozos naturales más profundos, algunas listas destacan el Xiaozhai Tiankeng (662 metros) y el Miao Keng (509 metros) en China como los de mayor caída, a lo que hay que sumar los de origen artificial, como el de 10 kilómetros de profundidad que el gigante asiático está construyendo para extraer petróleo y gas.

En España, el Gran Pozo MTDE, situado en Cantabria, merece un lugar destacado entre los más impresionantes. Con una profundidad de 436 metros, es el más profundo del país. Su nombre proviene de la empresa de material espeleológico MTDE, que asistió al grupo que descubrió este pozo.

El Club Cántabro de Exploraciones Subterráneas y el Espeleoclub Ábrigu descubrieron este pozo en 2017, ubicado en la Torca del Porrón, al oeste de Cantabria. El acceso no fue sencillo. Para realizar las exploraciones en el Macizo de Porracolina, los clubes solicitaron un permiso a la Consejería de Cultura, con el aval de la Federación Cántabra de Espeleología.

Los grupos de espeleología marcaron las diferentes bocas encontradas. Días después, los pastores locales les informaron que en invierno salía mucho aire de esos agujeros. Los exploradores entonces comenzaron a ampliar la boca y realizar trabajos de desobstrucción para acceder al interior.

Descendieron 50 metros y lanzaron una piedra al fondo, tardando entre 10 y 12 segundos en oírse su impacto, lo que los espeleólogos calificaron como «asombroso» en declaraciones a Europa Press. Fueron necesarios cuatro días para descender hasta el fondo del pozo. Utilizaron un taladro para introducir anclajes en la pared, realizándolo 57 veces y utilizando 600 metros de cuerda.

La profundidad del pozo resultó ser vertiginosa. Los exploradores sabían que era grande, pero no que equivalía a la altura de una de las desaparecidas Torres Gemelas de Nueva York (440 metros) o que superaba la Torre Eiffel de París (300 metros).

Según Bob Gulden, director del Estudio Espeleológico de Virginia Occidental, que clasifica cavidades por tipo y profundidad, el MTDE sería el segundo pozo más profundo del mundo en caída libre, solo superado por el de Velebita en Croacia. Considerando también los pozos escalonados, el descubierto en Cantabria ocuparía el puesto undécimo.

Las corrientes de aire, la oscuridad y una grieta que expulsa agua cuando llueve complicaron mucho la tarea de estos clubes cántabros para adentrarse en la cavidad. Además, el material, incluidas cuerdas y mosquetones, podía pesar hasta cien kilos. Sin embargo, esta ardua misión tuvo su recompensa: descubrir en España un auténtico tesoro de la naturaleza y pasar a formar parte de la historia.

Microfaunas en paralelo al exterior

En una entrevista años después del descubrimiento, el espeleólogo Sergio Ruiz sugería que en estos entornos, que han evolucionado de manera completamente distinta al exterior, suelen desarrollarse microfaunas que evolucionan en paralelo, haciendo posible el descubrimiento de nuevas especies.

De hecho, el Club Cántabro de Exploraciones Subterráneas detalló en un artículo científico el hallazgo de un invertebrado relicto y endémico de la zona del Asón, el Cantabrodesmus lorioli, una especie de milpiés.

Es importante señalar que el pozo no está abierto al público debido a su inaccesibilidad y el peligro extremo que representa para personas sin conocimientos en espeleología adentrarse en la cueva.

comentarios
tracking