Los devastadores incendios forestales de Canadá de 2023 emitieron tanto CO2 como toda la India
El 2023 supuso un año trágico para los canadienses, y es que los incendios forestales arrasaron el país norteamericano como nunca antes había ocurrido, consumiendo más de 15 millones de hectáreas de bosque, un área mayor al tamaño de Cuba o Corea del Sur.
La magnitud de este desastre ecológico se entiende mejor con algunos datos: más de 4.000 incendios desde enero de 2023, más de 200.000 personas evacuadas y esas 15 millones de hectáreas quemadas. Algo que hizo que el humo consecuencia de esos incendios viajase miles de kilómetros hasta llegar, entre otros lugares, a la Península Ibérica en junio del año pasado y, de nuevo, este pasado mes de agosto, y es que los incendios de este año de Canadá y Estados Unidos también están provocando estragos este 2024.
Pero este gigantesco incendio del 2023 también ha tenido otra consecuencia: Canadá se ha posicionado entre los cuatro mayores emisores de dióxido de carbono del mundo, expulsando las mismas cantidades que un país contaminante como la India y más que países como Alemania o Japón, según un estudio publicado en la revista científica Nature.
Al analizar los datos obtenidos por satélite sobre la presencia de monóxido de carbono en las columnas de humo de los incendios ocurridos entre mayo y septiembre del año pasado, los investigadores determinaron que se liberaron 2.371 megatoneladas de CO2, lo que elevó la posición de Canadá del undécimo al cuarto puesto entre los principales emisores de CO2 del mundo.
En 2023, las emisiones derivadas de incendios forestales en bosques considerados parte de las actividades humanas alcanzaron las 421 megatoneladas de CO2, lo que equivale a las emisiones de la economía canadiense durante aproximadamente tres años.
El bosque boreal de Canadá, una vasta extensión que se extiende desde el océano Pacífico hasta el Atlántico, alberga grandes cantidades de CO2 «secuestrado». Tradicionalmente, el CO2 liberado por los incendios forestales es reabsorbido a medida que los bosques calcinados se regeneran durante décadas. Sin embargo, el aumento en la frecuencia y magnitud de los incendios, junto con las sequías en algunas regiones, podría retrasar significativamente el crecimiento de estos bosques. Esto, a su vez, «podría reducir la capacidad de los bosques para absorber carbono», advierte el estudio.
Ante esta situación, Canadá podría verse obligado a reducir sus niveles permitidos de emisiones de combustibles fósiles para «compensar la menor absorción de carbono por parte de los bosques», concluye el informe.
Estragos en la fauna salvaje
Además del desastre ecológico y el aumento significativo de emisiones de CO2, los devastadores fuegos también han hecho mella en la fauna salvaje que habita en los grandes bosques canadienses. «No tenemos una idea precisa del número de animales que han muerto, pero son cientos de miles», afirma a Afp Annie Langlois, bióloga de la Federación Canadiense de Fauna Salvaje.
Y es que el bosque boreal canadiense alberga 85 especies de mamíferos, 300 de aves y 130 de peces. Muchas de ellas son incapaces de sobrevivir a un incendio debido a que quedan rápidamente atrapadas debido a su incapacidad para volar o correr rápido. En el caso de las especies acuáticas, se ven dañadas por la ceniza, que cubre ríos y lagos, así como por la erosión del suelo causada por la pérdida de vegetación, que altera la calidad del agua.