La Eurocámara investiga por la vía de urgencia la alerta medioambiental de Cabañeros
La sobrepoblación de ungulados y la falta de mantenimiento han tenido un grave impacto en su biodiversidad
La situación de emergencia medioambiental que sufre el Parque Nacional de Cabañeros ya está en manos de Bruselas. La Asociación de Afectados por el Parque Nacional de Cabañeros (AAPNC) ha pedido amparo al Parlamento Europeo para que dé cumplimiento a la normativa europea vigente ante la inacción del Gobierno español, que ha dejado un espacio natural de alto valor ecológico en grave situación de desamparo.
La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo (PETI) ha admitido hoy a trámite por procedimiento de urgencia la petición registrada por la AAPNC con el objetivo de que la Eurocámara debata e investigue las posibles infracciones de la legislación medioambiental de la Unión Europea en el Parque Nacional de Cabañeros.
La competencia de este espacio protegido, ubicado en Castilla-La Mancha, está en manos de una comisión mixta, compuesta por representantes de la Administración General del Estado y de la Junta de Comunidades. Cabañeros, junto con las Tablas de Daimiel, son los dos únicos parques nacionales de España cuyas competencias no están aún transferidas a su comunidad autónoma.
Según el procedimiento, la petición se enviará ahora a la Comisión Europea que emitirá un pronunciamiento por escrito y el tema será tratado en la próxima reunión de la Comisión de Peticiones (PETI). Durante esta sesión, se convocará a los afectados (AAPNC) para exponer el problema, que será debatido entre los eurodiputados. Además, una vez aceptada la petición, se publicará en la web del Parlamento Europeo para que otros ciudadanos puedan sumarse a la iniciativa.
A través de la Comisión de Peticiones, el Parlamento Europeo puede comprobar sobre el terreno si se aplica o no la legislación europea y hasta qué punto las instituciones europeas responden a los problemas que preocupa a los ciudadanos comunitarios.
Pero no es la primera vez que AAPNC se ve obligada a recurrir a Bruselas en busca de amparo ante la grave degradación que sufre el Parque Nacional de Cabañeros. Esta petición se une a la denuncia presentada, el pasado 8 de mayo de 2024, ante la Comisión Europea por la «gestión deficiente y negligente» del parque por parte del Gobierno de España. En la denuncia, la Asociación de Afectados por el Parque Nacional de Cabañeros urgía a este órgano supranacional a intervenir para evitar un deterioro ecológico irreversible.
Según la documentación aportada por la AAPNC, la falta de acción ante la degradación del parque incumple el mandato de conservación europeo contemplados en la directiva Hábitats y la directiva Aves de la UE. Además, de acuerdo con la normativa europea, el Parque Nacional de Cabañeros está sujeto a una protección medioambiental especialmente rigurosa por el hecho de formar parte de la Red Natura 2000.
En este sentido, la AAPNC confía en que tanto el Parlamento Europeo como la Comisión Europea tomen las medidas necesarias para proteger este valioso entorno natural que alberga una de las mejores representaciones de bosque mediterráneo de España.
La sobrepoblación de ungulados y la falta de mantenimiento han tenido un grave impacto en su biodiversidad. Frente a la densidad máxima estimada para ciervos según los estudios realizados, 20 ejemplares/km2, nos encontramos unas densidades de 70 ejemplares/km2. Este hecho es aún más grave en el jabalí, la densidad recomendada es de 5 ejemplares/km2 y las poblaciones estimadas son de 50 ejemplares/km2. Esto no solo ha afectado a otras especies en peligro como el águila imperial, sino que también ha degradado árboles, suelo y vegetación, un deterioro que ya es visible en las imágenes aérea por satélite.
A pesar de que Cabañeros fue declarado Parque Nacional en 1995, en los últimos años ha sufrido un progresivo abandono debido a la ausencia de un plan de gestión eficaz y a la falta de recursos suficientes para la realización de las necesarias labores de conservación del espacio protegido. Esto ha dado lugar a la sobrepoblación de ungulados (ciervos y jabalíes) que ha provocado una intensa presión sobre la vegetación, causando la erosión del suelo y la pérdida de biodiversidad.