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imagen de botella de agua

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Descubren en todo el mundo sustancias químicas tóxicas en el agua embotellada y del grifo

Las muestras abarcaban 87 marcas con fuentes de agua originarias de 15 países de Asia, Europa, América del Norte y Oceanía

Un grupo de investigadores de la Universidad de Birmingham (Reino Unido), la Universidad Sureña de Ciencia y Tecnología, Shenzhen, y la Universidad de Hainan, Haikou (ambas en China), ha descubierto «químicos eternos» tóxicos en muestras de agua potable de todo el mundo.

Según revela un nuevo estudio publicado en ACS ES&T Water, los hallazgos muestran una amplia gama de contaminación por PFAS para los PFAS objetivo, que comienza en el 63 % de las aguas embotelladas analizadas. En concreto, los investigadores encontraron 10 PFAS (sustancias perfluoroalquiladas) «objetivo» –sustancias químicas que no se descomponen en la naturaleza– en el agua del grifo y embotellada, disponible para el consumo en las principales ciudades del Reino Unido y China.

Según explican en la investigación, los expertos detectaron ácido perfluorooctanoico (PFOA) y sulfonato de perfluorooctano (PFOS) en más del 99 % de las muestras de agua embotellada procedentes de 15 países de todo el mundo. Asimismo, observaron diferencias significativas en las concentraciones de PFAS entre muestras de agua del grifo de Birmingham, Reino Unido, y Shenzhen, China. Así, vieron que el agua del grifo de China tenía concentraciones más altas de PFAS en comparación con el agua del grifo del Reino Unido.

Sin embargo, el estudio demuestra que medidas como hervir y/o filtrar con carbón activado (normalmente utilizando un filtro de agua tipo «jarra») pueden reducir sustancialmente las concentraciones de PFAS en el agua potable, con tasas de eliminación que van del 50 % al 90 % dependiendo del PFAS y el tipo de tratamiento.

En este sentido, el profesor Stuart Harrad, de la Universidad de Birmingham y coautor del estudio, comenta que los hallazgos obtenidos ponen de relieve «la presencia generalizada de PFAS en el agua potable» y «la eficacia de métodos de tratamiento sencillos para reducir sus niveles». El uso de una simple jarra de filtrado de agua o la ebullición del agua eliminan una proporción sustancial de estas sustancias.

Si bien los niveles actuales de PFAS en la mayoría de las muestras de agua no son un problema de salud importante, prosigue el investigador principal, el control y la regulación constantes son «cruciales para proteger la salud pública». Para ello, proporcionaron datos valiosos sobre la presencia de PFAS en el agua potable junto con soluciones prácticas para mitigar la exposición de los consumidores a través del agua potable. «Este es un paso importante para garantizar agua potable más segura para las comunidades de todo el mundo», apunta.

El agua embotellada de varios países mostró diferentes niveles de PFAS. Según los análisis, el agua mineral natural contenía concentraciones más altas que el agua purificada, pero las concentraciones generalmente estaban por debajo de los niveles recomendados de salud establecidos por las agencias reguladoras.

Por otro lado, el profesor Yi Zheng, de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur, afirma que una mayor conciencia sobre la presencia de PFAS tanto en el agua del grifo como en el agua embotellada puede llevar a los consumidores a tomar «decisiones más informadas, fomentando el uso de métodos de purificación del agua». Así, asevera que sus hallazgos también sugieren que los posibles riesgos para la salud de los PFAS en el agua potable pueden estar influenciados por el «estilo de vida y las condiciones económicas, lo que destaca la necesidad de que futuras investigaciones exploren más a fondo estos factores desde una perspectiva socioeconómica».

A excepción de las comparaciones entre agua mineral natural y agua purificada, los investigadores no observaron diferencias significativas en las concentraciones objetivo de PFAS entre el vidrio y el plástico o el agua embotellada con y sin gas.

Si bien las concentraciones de la mayoría de los PFAS individuales estaban muy por debajo de los valores de referencia correspondientes basados en la salud, las concentraciones promedio de PFOS en muestras de agua del grifo de Shenzhen, China, superaron el nivel máximo de contaminante (MCL) de 4 ng/L recientemente promulgado por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (USEPA) en 2024.

Los investigadores adquirieron 112 muestras de agua embotellada en tiendas locales y supermercados en línea en el Reino Unido y China, incluidas 89 aguas sin gas y 23 aguas con gas en botellas de plástico o vidrio. Las muestras abarcaban 87 marcas con fuentes de agua originarias de 15 países de Asia, Europa, América del Norte y Oceanía.

Recolectaron 41 muestras de agua del grifo de hogares en Birmingham y las ciudades cercanas de Worcester, Coventry y Derby, proporcionadas por dos proveedores: South Staffordshire Water y Seven Trent Water, con otras 14 muestras de agua del grifo recolectadas de hogares en Shenzhen, China.

Los PFAS se utilizan ampliamente en la industria, en espumas contra incendios y en productos de consumo, desde ropa impermeable y uniformes escolares hasta productos de cuidado personal, debido a sus propiedades repelentes al agua y a las manchas. Si bien algunos han sido prohibidos por la normativa gubernamental, otros todavía se utilizan ampliamente y sus efectos tóxicos aún no se han investigado por completo.

Se sabe que estas sustancias químicas entran al organismo de distintas formas, por ejemplo, a través de la inhalación, la ingestión a través de los alimentos o el agua potable o la absorción a través de la piel. Se sabe que provocan efectos adversos para la salud, como una menor respuesta inmunitaria a las vacunas, un deterioro de la función hepática, una disminución del peso al nacer y un mayor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer.

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