Detectan una misteriosa anomalía radiactiva en el océano Pacífico que podría revelar un evento extraordinario

Un grupo de científicos ha identificado una sorprendente anomalía radiactiva en las profundidades del océano Pacífico, un hallazgo que podría arrojar luz sobre un evento cósmico o geológico ocurrido hace aproximadamente 10 millones de años. La investigación, publicada en la revista Nature Communications, plantea nuevas preguntas sobre la historia de nuestro planeta y podría mejorar los métodos de datación geológica.

El equipo de investigadores del Helmholtz-Zentrum Dresden-Rossendorf (HZDR), dirigido por el físico Dominik Koll, detectó un aumento inesperado del isótopo radiactivo berilio-10 en muestras extraídas del lecho marino. «Encontramos casi el doble de berilio-10 de lo que habíamos previsto en registros de hace 10 millones de años», señaló Koll, destacando la sorpresa del equipo al descubrir esta inusual concentración del isótopo.

El descubrimiento se realizó en costras de ferromanganeso, formaciones rocosas que se desarrollan extremadamente lento en los fondos oceánicos y actúan como auténticos archivos geológicos. Ubicadas a unos 5.000 metros de profundidad, estas costras están compuestas mayormente de hierro y manganeso y crecen a un ritmo de apenas unos milímetros por millón de años. Durante su formación, incorporan elementos químicos de la atmósfera y del océano, entre ellos el berilio-10, un isótopo que se origina cuando los rayos cósmicos impactan con las moléculas del aire y posteriormente desciende a la Tierra mediante la lluvia y las corrientes oceánicas.

El análisis se centró en una muestra de 3,7 kilogramos, extraída del Pacífico Central en 1976 y conservada durante décadas en el Instituto Federal de Geociencias y Recursos Naturales de Hannover, en Alemania. Según los estudios, esta costra solo ha crecido 3,5 centímetros en los últimos 10 millones de años, permitiendo reconstruir con gran precisión los niveles de berilio-10 en ese período.

Para detectar la anomalía, los científicos utilizaron espectrometría de masas con acelerador, una técnica de alta sensibilidad aplicada en los laboratorios del HZDR en Dresde. Los resultados mostraron que el incremento de berilio-10 no era un fenómeno localizado, sino que aparecía en muestras tomadas en ubicaciones separadas por casi 3.000 kilómetros, lo que sugiere un evento de gran escala con un impacto significativo.

¿Qué pudo causar este aumento del berilio-10?

Existen diversas hipótesis sobre el origen de esta inusual concentración. Una posibilidad es que se deba a una gran reorganización de las corrientes oceánicas hace entre 10 y 12 millones de años, en particular, a cambios en la Corriente Circumpolar Antártica. Este fenómeno habría alterado la forma en que los elementos químicos, incluido el berilio-10, se distribuyen en los océanos.

Otra teoría sugiere un evento astrofísico, como la explosión de una supernova cercana a la Tierra o el paso del Sistema Solar por una nube interestelar densa, lo que habría reducido temporalmente la protección contra los rayos cósmicos, permitiendo un mayor ingreso de partículas que generaron más berilio-10 en la atmósfera.

Para esclarecer el origen de la anomalía, el equipo planea analizar más muestras y espera que otros grupos científicos se sumen a la investigación. Si la anomalía se detecta en todos los océanos, se reforzará la teoría del origen astrofísico. Por el contrario, si aparece solo en ciertas regiones, la hipótesis de las corrientes oceánicas ganará fuerza.

Independientemente de su causa, este descubrimiento podría convertirse en una herramienta clave para la datación geológica, sirviendo como un marcador temporal para eventos ocurridos hace millones de años, un período para el cual las técnicas actuales aún tienen limitaciones.