Los pequeños hurtos en las devoluciones de Amazon invalidan miles de artículos

Un cliente de Amazon se enfrenta a 20 años de prisión por cometer fraude electrónico en Carolina del Norte, Estados Unidos. A lo largo de cinco años, este cliente se dedicó a comprar artículos caros, como un iMac Pro de Apple, y después envió por correo productos más baratos en forma de devolución.

Esta noticia es de 2021. En 2018 Amazon decidió bloquear a los usuarios que devolvían demasiados productos porque su intención era, simplemente, probarlos sin intención de quedárselos. Algunos clientes se quejaron y dieron cifras, de 350 artículos comprados devolvieron 35 y eso fue suficiente para suspender la cuenta.

El 2016 surgió la estafa de la arcilla en la caja de los iPhone. Los usuarios compraban un móvil de Apple, lo sacaban de la caja y rellenaban su espacio con arcilla hasta igualar el peso, iniciaban la devolución y Amazon reintegraba el dinero porque el paquete pesaba los gramos que indicaban sus tablas automatizadas. El problema es que ese producto se volvía a vender y otros usuarios se quejaban de que recibían cajas de iPhone con arcilla.

Ahora Amazon se enfrenta a un nuevo problema derivado de sus políticas de devolución. La empresa que emergió de bajar los precios, incluso perdiendo dinero en cada venta, para doblegar a la competencia o hacerla formar parte de su web, ahora ve cómo se acumulan sus productos devueltos sin saber qué hacer con ellos.

Amazon Warehouse

La primera opción de Amazon fue poner en práctica su política de venta de productos de segunda mano. Amazon Warehouse ofrece productos que han sido devueltos por los clientes, que tienen la caja abierta o que han sido ligeramente dañados durante la manipulación en el almacén o en la propia devolución. Los productos se califican en «Como nuevo», «Muy bueno», «Bueno» o «Aceptable» y el precio se reduce considerablemente respecto al producto sin usar.

Esos productos suelen ser fruto de un abuso: devoluciones de clientes que necesitan alguna pieza, pero no quieren comprar el artículo de nuevo. Amazon no supervisa el proceso con una persona, la mayoría se hacen automáticamente incluso en cuanto el paquete es depositado en Correos se genera el reintegro del dinero.

Ahora Amazon se ha encontrado con productos que no puede ni vender en Warehouse ni pedir los componentes que faltan para completarlos porque el gasto sería superior al de la venta. La solución es tirarlos. Destruirlos porque no sirven para la venta, aunque podrían tener una tercera vida y evitar el aumento de chatarra tecnológica que se genera cada año.