La semana tecnológica
«Si fuera tú, aprendería a usarla», el día D de la inteligencia artificial ha llegado
Un año después de la llegada de ChatGPT, el mundo sigue en la encrucijada sobre cómo regular su uso
Esta semana ChatGPT cumplía un año. Alguno puede pensar que es el primer aniversario de la inteligencia artificial cuando solo lo es de la herramienta que OpenAI liberó, pero que llevaba trabajando en ella desde 2017. Es más, la máquina lleva años aprendiendo del hombre, lo que sucede ahora es que hemos aceptado compartirla y educarla para que nos ayude.
Cumbre de Seguridad sobre Inteligencia Artificial
De la «decepción» a las «consecuencias catastróficas»: los futuros escenarios de la IA
La cumbre de seguridad sobre IA que se ha celebrado en Reino Unido ha terminado con interesante informe sobre el futuro en el que plantea cuatro escenarios y sus consiguientes riesgos.
En primer lugar, una IA con consecuencias imprevistas porque se priorizan objetivos primarios sobre los daños colaterales. En segundo lugar, una IA que sustituya definitivamente a los humanos gracias a su sistema de automatización. En tercer lugar, el nacimiento de una superinteligencia que realiza casi cualquier tarea cognitiva sin entrenamiento explícito y que puede derivar en «consecuencias catastróficas». Por último, una IA que decepciona y que no logra innovar más allá de las actuales capacidades, seguirán con sus inexactitudes y se convertirán en una fuente de problemas.
Primer aniversario
Después de un intenso año utilizando la IA con fines particulares y profesionales, el ser humano ha llegado al día D donde el famoso desembarco de Normandía que frenó el dominio alemán se convierte ahora en un dilema sobre qué hacer con IA antes de que se convierta en un peligro público en manos de miles de millones de personas.
Los expertos se atreven a decir que «el 90 % de los artículos y opiniones tienen que ver con la IA generativa». Ante esto hay que recordar que ChatGPT no está conectado a internet y que su información llega hasta 2021. «Es una tecnología inmadura, pero se ha democratizado su uso», apunta este panel de expertos de EY.
Es una tecnología inmadura, pero se ha democratizado su uso
Uno de los mensajes que la sociedad debe entender es que «la inteligencia artificial no aprende, aprende con desarrolladores, nosotros solo podemos modular sus respuestas», es decir, exigir un tono más o menos serio o una respuesta más o menos larga.
Texto y números
El juguete de la IA «funciona mejor con texto que con números», pero las empresas cada vez tienen más en cuenta que si contratan un sistema de machine learning, los datos podrán mejorar mucho. «En el modelo profesional tienes el control sobre el proceso, si te importan tus datos y no quieres fugas, lo mejor es una suscripción de cualquier IA», recomiendan.
Es el siguiente paso. Educar a nuestras máquinas para que nos ayuden en plano personal, pero también en el profesional. El modelo laboral se encuentra en pleno cambio y la IA no llega para eliminar puestos de trabajo, pero en tránsito hacia ese futuro inmediato sí que podrá acabar con tareas como las de traducir textos o algunas propias del Periodismo.
El modelo laboral se encuentra en pleno cambio y la IA no llega para eliminar puestos de trabajo
«Hay una parte genérica de artículos de información pura y dura que se pueden hacer con la IA. Otra cosa es como se quede de cerca de las expectativas, porque estará alejada de la opinión y de la actualidad ya que solo tiene datos hasta 2021», aclaran.
Periodismo
«Cuando sabes que va a haber transformación hay que prepararse. Si yo fuera periodista, aprendería a usar las herramientas, habrá trabajo y aumento de productividad porque habrá más consumo de información, pero hay que aprender a utilizar la IA», puntualizan.
A falta de una regulación mundial que no acabe en una madeja de países que prohíben, otros que limitan y otros que dan vía libre a la IA, es determinante tener una mínima relación con la máquina para entenderla y que forme parte del usuario. Educarla, que forme parte de las empresas y entienda el futuro para dar soluciones en el presente. De nada servirá huir y dar la espalda a la nueva rueda del siglo XXI.