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Un repartidor con un paquete de Amazon

Un repartidor con un paquete de AmazonAFP

Cuidado con el 'brushing': el nuevo fraude por el que recibirás en casa un regalo envenenado

La víctima recibe inesperadamente un producto y se desencadena un proceso que podría perjudicar incluso la salud del receptor

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alertado ante la proliferación del brushing, una estafa habitual en Estados Unidos, que consiste en el envío a la vivienda del consumidor de un paquete no solicitado para identificarle falsamente como comprador de ese producto y poder asignarle después una valoración positiva del mismo en la web de venta.

Una estafa más sofisticada que las habituales, pero que es muy útil para estas empresas porque el beneficio asociado a que todo salga según sus planes es enorme.

No es un regalo

El brushing consiste en que la víctima recibe inesperadamente el producto y no tiene por qué sospechar que se trata de un fraude. «Pensará que es un regalo o un error; y como la empresa no reclama la devolución, lo normal es que pasado un tiempo se lo quede; sobre todo porque no siempre es fácil contactar con el vendedor», asegura la OCU.

El estafador utiliza los datos del supuesto comprador para suplantarle e introducir falsas reseñas positivas de su producto en plataformas como Amazon, sin que los sistemas internos de control y validación sospechen del fraude.

El estafador utiliza los datos del supuesto comprador para introducir falsas reseñas positivas

Aunque Amazon ha activado métodos para controlar las opiniones que se emiten sobre productos, la mayoría de tiendas online apenas verifican lo que se escribe. En otros casos, explican que el comentario es auténtico porque se ha comprobado la compra del producto por el usuario, pero esta opción tan útil quedaría descartada con el brushing.

Además, el receptor del paquete corre el riesgo de que estén usando sus datos personales para abrir cuentas falsas en su nombre y hacer comentarios y valoraciones de cualquier tipo. «Es más, podrían aprovecharse con fines delictivos contra su propia persona, por ejemplo, para hacerle phishing y conseguir sus datos bancarios», explica la OCU.

Si el producto es un dispositivo electrónico, como un smartwatch, es posible que no haya pasado los controles de calidad correspondientes y pueda suponer un problema de salud para usuario que, en este caso, lo lleva pegado a su cuerpo. También puede contener malware o incluso recopilar más información personal del usuario.

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