El cofundador de la empresa del submarino Titan planea una inmersión al ‘Portal del Infierno’
El empresario argentino Guillermo Söhnlein, cuyo nombre se hizo célebre el pasado verano por haber cofundado la compañía de investigación y turismo submarino OceanGate –propietaria del sumergible que implosionó con cinco personas a bordo cuando descendía al pecio del Titanic–, planea realizar una inmersión al Agujero azul de Dean, en las Bahamas.
Söhnlein, que abandonó OceanGate en 2013 para fundar por su propia cuenta Blue Marble, compañía también dedicada a la exploración subacuática, formará parte de la tripulación, de acuerdo a una información de New York Post que no ha sido confirmada de manera oficial. Según el diario neoyorquino, junto al empresario, de 59 años, viajará el científico Kenny Broad y el ex astronauta de la NASA Scott Parazynski en el que será el primer viaje tripulado jamás hecho a esta cavidad, de unos 200 metros de profundidad.
También conocido como el ‘Abismo de Zafiro’ o como el ‘Portal del Infierno’, el Agujero azul de Dean se formó hace 15.000 años y es la tercera formación de este tipo más profunda del mundo, así como uno de los más visitados por su cercanía a la línea de costa. Ha sido explorado por buzos, pero no por un sumergible, de ahí la novedad.
El objetivo de Blue Marble, que no ha desvelado cuándo se realizará la inmersión, es llevar a cabo un estudio científico del área para documentar las especies marinas que viven en su interior y ampliar asimismo la historia geológica y climática del agujero.
Se estima que al menos cien personas han muerto ahogadas en este agujero en actividades de buceo. El propio Broad, de hecho, estuvo a punto de perder la vida durante una inmersión en 2015.
«La expedición Sapphire Abbys, presentada por Blue Marble Exploration, está preparada para revolucionar nuestra comprensión de una de las cavernas submarinas más fascinantes del mundo, el Agujero azul de Dean. Llevaremos al mundo a explorar estas enigmáticas profundidades a través de impresionantes medios narrativos visuales, ofreciendo a los espectadores la oportunidad de ver de forma remota esta innovadora expedición tripulada por científicos profesionales, expertos submarinos e instituciones de investigación locales. En el primer estudio científico exhaustivo de la zona, nuestros científicos utilizarán tecnología de vanguardia de vehículos submarinos teledirigidos para aventurarse de forma remota en algunas de las condiciones menos hospitalarias de la Tierra en busca de hallazgos sin precedentes. El Agujero azul de Dean sigue prácticamente inexplorado, lo que ofrece la oportunidad de descubrir los secretos ocultos de las especies que habitan en cuevas, la historia geológica y climática y ecosistemas únicos», describe la compañía en su web. «Esta expedición ofrece una oportunidad única para que los inversores apoyen una investigación pionera que podría generar conocimientos transformadores y beneficios ambientales globales», añaden.
El abismo cuenta con una abertura estrecha en la superficie que conduce a una caverna subyacente más amplia en la que la oscuridad es total. La formación de corrientes imprevistas y la alta presión (menor, eso sí, que la que sufrió el sumergible Titan a más de 3.000 metros bajo la superficie cuando implosionó) son factores de riesgo a los que tendrá que enfrentarse la misión.
En 2020, Söhnlein también puso en marcha Humans2Venus, una iniciativa que pretende enviar humanos a Venus para el año 2050.