Identifican una plántula de 1.000 años vinculada a la mirra bíblica
Un aspecto intrigante fue la ubicación de la semilla en una cueva del desierto, muy lejos del área donde actualmente crecen los árboles de mirra
Un equipo de investigadores logró revivir una semilla hallada en el desierto de Judea, identificándola como una plántula ancestral vinculada a la mirra bíblica. Este extraordinario hallazgo fue liderado por el Centro Médico Universitario Hadassah de Jerusalén, en colaboración con Andrea Weeks, investigadora de la Universidad George Mason.
La extensa base de datos de ADN de Weeks resultó crucial para analizar la composición genética de la planta. Aunque el equipo determinó su género como Commiphora –el árbol de la mirra–, la especie exacta sigue sin identificarse. «Es necesario seguir investigando la biodiversidad. Hasta ahora, ningún laboratorio ha analizado todas las especies de Commiphora», explicó Weeks, directora del Herbario Ted R. Bradley en George Mason.
Un aspecto intrigante del descubrimiento fue la ubicación de la semilla, denominada «Sheba» por los investigadores. Esta se encontró en una cueva del desierto, muy lejos del área donde actualmente crecen los árboles de mirra. Según la datación por radiocarbono, la semilla data de entre 800 y 1.000 años, mucho después de los tiempos bíblicos. «Aunque sabemos cuándo se formó, no está claro cómo llegó a esa cueva ni por qué permaneció intacta durante tanto tiempo», añadió Weeks.
El estudio, publicado en Communications Biology, destaca la importancia de este hallazgo para comprender la biodiversidad histórica y su evolución en los ecosistemas modernos. Además, la investigación combinó disciplinas como arqueología, etnobotánica, química y taxonomía vegetal, lo que resultó clave para su éxito.
De cara al futuro, Weeks y su equipo planean ampliar su trabajo sobre la diversidad del género Commiphora. «Este proyecto nos deja con más preguntas que respuestas», afirmó Weeks. «Es un recordatorio de la complejidad de la biodiversidad y de cómo la vida está interconectada a lo largo del tiempo».
Este descubrimiento no solo revela secretos del pasado, sino que también ofrece una ventana para explorar la evolución de las especies y su impacto en los ecosistemas actuales.