Las dos condiciones que puso Javier Fesser para el remake de Campeones en Estados Unidos

Campeones fue todo un éxito en los cines españoles y así lo reflejaron los números: solo en España recaudó más de 20 millones de euros en 2018. La película de Javier Fesser era capaz de hacerte reír y emocionarte al mismo tiempo además de ser un gran estandarte de las personas con capacidades especiales en la gran pantalla. Por todo esto y por su potencial, Campeones fue la triunfadora de los Goya 2018 y la seleccionada para representar a España en los Oscar.

Pese a que el filme no triunfó internacionalmente, Universal insistió en comprar los derechos para poder hacer un remake en Estados Unidos. Las únicas premisas que puso Javier Fesser para la adaptación fueron que los diez protagonistas debían ser actores con discapacidades reales y que el final, uno de esos agridulces pero que acababa dándole encanto a la trama, se debería respetar y mantener. Ahora, Champions se acaba de estrenar en Estados Unidos.

Bobby Farrelly, director de comedias como Algo pasa con Mery o Dos tontos muy tontos, fue el encargado de transportar la historia de Los Amigos al país americano. Woody Harrelson, protagonista del filme, interpreta a Marcus Aldridge (Marco, Javier Gutiérrez en la versión española), un entrenador de baloncesto que es despedido y que se enfrenta a programas legales tras conducir ebrio y chocar contra un coche de policía.

Champions, como la película original de Fesser, se centra en la historia de un entrenador que dirige a un equipo de jugadores con discapacidad intelectual. Lo que para el entrenador (que en la versión americana dirigía a un equipo de la NBA) en principio parece un castigo, acaba siendo un regalo para su vida.

Pocos días después de su estreno, la película ha sido en general bien acogida por la crítica americana, con comentarios amables y también con alguna excepción que tacha la película como «condescendiente».