Vuelco en la televisión más polémica: Pablo Iglesias 'ficha' a Jorge Javier tras su salida de Mediaset

La cancelación de Sálvame, además de sacudir a todo un grupo como Mediaset, va camino iniciar un terremoto en buena parte del panorama televisivo español. El fin de uno de los programas más controvertidos en lo que va de siglo supone un cambio radical en Telecinco y, por extensión, en la parrilla de todo un país.

El comienzo del fin de Sálvame habría que ubicarlo en el otoño de 2022, cuando se supo la salida de Paolo Vasile como consejero delegado de Mediaset España a finales de ese mismo año. La llegada de Alessandro Salem era sinónimo de cambios en la programación y casi todos señalaban al formato capitaneado por Jorge Javier Vázquez. En cuestión de semanas se sucedieron las 'pistas' que invitaban a un volantazo en la cadena, cuya deriva resultaba en cierto modo incomprensible si se tiene en cuenta la ideología del responsable último de la misma.

El primero de esos indicios de cambio llegó el pasado mes de febrero, cuando Mediaset renovó su Código Ético con una serie de normas incompatibles con la manera de proceder habitual de Sálvame. Entre otras cosas, se prohibieron las críticas de un programa a otro de la misma compañía o abandonar en directo una emisión.

También se prohibió revelar datos de carácter personal de terceros que no fueran notoriamente públicos y se exigía a los presentadores detener de inmediato «cualquier iniciativa de cualquier colaborador o participante en el programa que pueda dar lugar a una evidente responsabilidad penal o civil». Todo un aviso para un programa que en 14 años ha dado más tarea en los juzgados que entretenimiento de calidad.

Los cambios se harán efectivos el 16 de junio y Ana Rosa Quintana asumirá esa franja horaria, lo cual supone no solo un cambio en lo puramente televisivo, sino también en lo ideológico. Jorge Javier Vázquez simpatiza con la izquierda radical española mientras que Ana Rosa Quintana ha sido señalada en más de una ocasión por formaciones como Podemos o líderes como Pablo Iglesias.

Cambio de cara

Ana Rosa continuará por las mañanas al frente del debate de El programa de Ana Rosa (Joaquín Prat presentará el resto del espacio) y por las tardes aportará también su experiencia, naturalidad y saber estar ante las cámaras para mejorar notablemente la programación vespertina de Telecinco, ya sin Jorge Javier Vázquez.

Al poco de conocerse el fin de Sálvame, Pablo Iglesias anunciaba el 'fichaje' de Jorge Javier Vázquez por Canal Red, la plataforma donde el fundador de Podemos ha encontrado acomodo tras su debacle electoral de mayo de 2021. Allí, siempre según Iglesias, Jorge Javier Vázquez tendría un espacio llamado Rojos y maricones, una expresión utilizada en más de una ocasión por el presentador. Muchos piensan, a la vista de que en el mismo mensaje pide dinero para su proyecto, que se trata de un intento de Iglesias de ganar notoriedad y, de paso, recaudar fondos.

La televisión es un ecosistema en continuo cambio. Que se lo pregunten, si no, a la actual TVE, que estrena y cancela programas a una cadencia constante y, a veces, también a un ritmo vertiginoso. Pero el movimiento que ha preparado Mediaset va mucho más allá de una simple cancelación de un programa –en el caso de Sálvame, de la cancelación de un programa simple–. El cambio, que adquiere la categoría de revolución, afecta a toda la estructura de la programación de Telecinco y también a la propia organización, que con esta decisión reafirma su objetivo de mejorar la reputación de su principal cadena. El cierre de Sálvame representa el fin de la telebasura y el comienzo de una nueva era en Telecinco, en Mediaset y en la televisión en España.

Modelo de negocio

La revolución en Mediaset responde también al cambio en el modelo de negocio de la compañía y al intento por recuperar la hegemonía de las audiencias que perdió hace ya un año y medio en favor de Atresmedia. Telecinco, que durante años era la cadena más vista por los españoles, no ha ganado a Antena 3 en los últimos 18 meses. Demasiado tiempo. La fórmula de Sálvame y de la explotación de realities como Gran Hermano, como todo éxito fácil, hace tiempo que se agotó de tanto usarla.

El relevo de Jorge Javier Vázquez y su sustitución por Ana Rosa Quintana –los dos compartían programa en Antena 3 antes de ser compañeros en Telecinco– también ejemplifica en sí mismo el cambio de escenario que desea Mediaset. En su negocio... y en el Gobierno.

Ana Rosa se ha convertido en una pesadilla para el Ejecutivo de Pedro Sánchez y Podemos, que recientemente la ha atacado con un vídeo execrable que llegaba a insultar a la presentadora calificándola de «sinvergüenza». Ana Rosa respondió como siempre, con elegancia. Y de eso andaban muy escasas, desde hace muchos años, las tardes de Telecinco con Sálvame y Jorge Javier.