Christopher Newman, productor de Juego de Tronos: «La edad dorada de la televisión jamás va a terminar»

Christopher Newman es, sin duda, uno de los pocos afortunados que pueden afirmar haber participado en dos de las producciones televisivas más influyentes de todos los tiempos. Con más de cuarenta años de trayectoria en la industria cinematográfica, Newman ha trabajado junto a algunos de los directores más importantes de la historia del cine, incluyendo a George Lucas, Steven Spielberg y Tim Burton. Como resultado de su carrera, ha conseguido producir dos de las series más exitosas como son Juego de Tronos y Los anillos del poder. Hace unos días visitó Valencia para participar en el festival LABdeSeries. Newman experimentó en su visita a la capital del Turia, por primera vez, aquello que, de normal, se suele dejar para los actores: las entrevistas. Y es que su presencia en el festival despertó gran interés y expectación entre los asistentes. ¿Quién no estaría ansioso por conocer al hombre detrás de Juego de Tronos? El Debate habló con Newman sobre sus inicios en la industria cinematográfica y sus últimos trabajos en televisión.

–Durante su conferencia habló sobre cómo empezó en la industria, pero me gustaría que nos contase cómo consiguió su primer trabajo y por qué quiso entrar en esta industria.

–Trataré de resumirlo. Después de terminar la escuela en Inglaterra pasé un año en Estados Unidos como estudiante de intercambio sin planes universitarios. En Detroit, tomé clases de apreciación y realización cinematográfica en 1974, lo que me hizo darme cuenta de que personas como yo podían hacer películas. Antes, siendo niño, pensaba que las películas las hacían los dioses y no las asociaba con el trabajo humano. A los 19 años comencé a pensar en cómo trabajar en el cine y tras regresar a Inglaterra, llamé a un conocido que trabajaba en la BBC, él me presentó a los estudios Disney que tenían una producción cinematográfica en Inglaterra. Gracias a esa llamada, conseguí un trabajo en los estudios principales de Disney trabajando en la película Uno de nuestros dinosaurios ha desaparecido.

Cuando tienes una oportunidad en un estudio, cada vez que llega una nueva producción al estudio, tocas la puerta y preguntas si necesitan a alguien con tus habilidades. Así es como funciona. Y de esta manera, a partir de una pequeña llamada telefónica, puedes ver cómo una semilla crece y se convierte en un árbol. A lo largo del camino, recibí la ayuda de muchas personas. Creo que la gente me ayudó porque siempre trato de hacer un buen trabajo y cuando haces un buen trabajo es más probable que la gente quiera ayudarte. Es una cuestión de naturaleza humana. Si eres desagradable y no trabajas bien, es poco probable que te contraten.

–¿Existen series que disfrute viéndolas en su tiempo libre, después de haber pasado 40 años trabajando en la industria televisiva?

–Yo consumo televisión como una persona normal. Me gusta ver algo después de cenar y no quiero complicarme. Solo quiero un episodio de algo que sea una historia completa en 50 minutos y que haya un problema al principio de la historia con una solución al final. A veces te gusta algo más complejo y que te haga reflexionar porque disfrutas de los personajes. Los personajes pueden ser dibujados en dos dimensiones para la televisión estadounidense e inglesa, pero lo aceptas porque ese es el estilo del programa. Son doctores, pero no son realmente doctores. He visto una serie con Gary Oldman llamada Slow Horses y debo decir que me ha impresionado.

–¿Qué le impresionó de esta serie?

–Tengo un amor por el género de espías. Cuando digo amor, pienso en películas como Ipcress (The Ipcress File) con Michael Caine. Esas películas de espías de los años 60. Además, Gary Oldman es convincente hasta leyendo la guía telefónica. De hecho, todo el elenco ayuda a completar la historia y eso es lo que, al final, define una buena serie.

–¿Cuál es su opinión sobre el estado actual de la televisión en cuanto a la calidad de las series? Algunos argumentan que vivimos una «época dorada», pero otros opinan que esta época ya ha terminado con el final de series como Los Soprano, The West Wing y Juego de Tronos. ¿Comparte usted alguna de estas posturas?

–Creo que las películas y programas de televisión que ha mencionado resultaron ser programas destacados, muy buenos, pero el escenario era menos turbio. Había menos cosas, lo que los hacía más visibles, pero eso no significa que no fueran buenos. Aaron Sorkin es un escritor muy bueno y lo fascinante de El Ala Oeste de la Casa Blanca es tener un drama político donde te gustan las personas. Todo el mundo decía que realmente le gustaría que Bartlet hubiera sido presidente porque eso es lo que te gustaría que fuera la vida. Esa es realmente la historia interesante de tener algo. No quieres que la vida sea una mierda cuando estás viendo televisión. Puedes disfrutar de momentos catárticos de maldad que luego son conquistados, pero, realmente, no quieres que las cosas malas sigan sucediendo.

En cuanto a Los Soprano se trata de personas que matan a personas. Es un crimen. Pero Tony Soprano era un personaje interesante de la misma manera que lo son los personajes de Juego de Tronos, donde, aunque sabían que podían tener que matar a alguien, sus personajes seguían siendo interesantes. Creo que la edad dorada de la televisión jamás va a terminar porque es la Edad de Oro tal y como la perciben las personas que hicieron esos programas y los vieron cuando eran jóvenes y los afectó.

–¿Cree usted que cada generación tiene su propia edad dorada?

–Por su puesto. Hay una nueva generación que verá la Edad de Oro de una manera diferente. Podría ser la televisión coreana. De repente es El juego del calamar y eso es la Edad de Oro de otra persona. Es fácil decir algo para darle actualidad y decir que ha terminado o que podría terminar, pero considero que es un titular de periódico. No es real. Las películas con las que crecimos en los años 70 y todo eso, la gente diría que los cineastas independientes que hicieron Todos los hombres del presidente y French Connection, grandes películas. Pero luego dices de repente que ya no las estamos haciendo. Bueno, eso es porque las cosas se mueven.

Y para una generación habrá una película diferente que sea su versión de French Connection. Es algo que no has visto antes. No has contado esa historia antes. Habrá nuevas historias. Utilizo la analogía de que desde que los hombres se sentaron alrededor de una hoguera, los seres humanos, no solo los hombres, alguien contó una historia y la contaron y esa historia estaría completa. Para cuando terminaron, se apagó la hoguera. La historia está lista. Si alguien viene y cuenta una historia y regresa todos los días y cuenta la historia, eso es una serie. La narración de historias nunca desaparecerá y, por lo tanto, en mi opinión, darle una descripción como «edad de oro» no le hace ningún favor. Además, no es correcto.

–Teniendo en cuenta que ha trabajado en Los anillos del poder, ¿cómo fue trabajar con J.A. Bayona?

Me uní a la producción después de que ya hubiesen comenzado a filmar, así que no tuve tiempo para conocerle. Para conocer a alguien fuera del trabajo necesitas salir a cenar con ellos. Nosotros nunca tuvimos esa oportunidad. Él y yo fuimos juntados porque tuve que ayudar a que la serie continuara después del COVID. Él tiene su propio productor y su propio director de fotografía, así que tiene un pequeño equipo y tienes que asegurarte de interactuar con todos ellos. No es solo una persona. Y creo que lo ejecutamos bien porque Bayona tenía una idea, pero las ideas siempre vienen con un precio. Así que tienes que asegurarte de poder conseguir lo que él quiere, sabiendo que también después del episodio 1 y 2 todavía tenemos que tener dinero para el resto de la temporada. Es un acto de equilibrio. Opino que para los directores que no han trabajado en televisión, donde su responsabilidad no es la película completa, es un nuevo viaje. Y no digo que él no lo sepa, pero nunca tuvimos esas conversaciones, así que no puedo decirlo.