Cine
Cinco lecciones de Scorsese en su visita a Madrid y un deseo: «Me gustaría hacer unas cuantas películas más»
El cineasta ha mantenido un encuentro con los miembros de la Academia de Cine en el que ha dialogado con el director español Rodrigo Cortés
A sus 81 años y con su reciente nominación al Oscar a la mejor dirección por Los asesinos de la luna –la décima de su carrera–, Martin Scorsese no deja de obsequiarnos con lecciones de cine y de vida (una y otra van unidas) en la pantalla y también fuera de ella. La última, apenas un día después de su encuentro con el Papa Francisco, ha tenido a la Academia de Cine como escenario al que ha querido acercarse la Reina Letizia.
En su visita a Madrid, Martin Scorsese ha conversado con el también realizador Rodrigo Cortés en un acto dirigido a los miembros de la Academia. Entre las lecciones de cine que ha dejado Martin Scorsese destacan estas:
- «Me he dado cuenta con el tiempo que he explorado la técnica todo lo que he podido y ha llegado un momento en el que no tenía que demostrarme nada. Nos hemos acostumbrado al movimiento, al CGI, hasta en los anuncios, y son increíbles. La cámara vuela y dices: '¿qué hago yo si la imagen no vale nada?' Vamos a quitarlo todo y vamos a ver qué sucede. Trato de pensar y sentir algo distinto y no interferir para mostrar que puedo hacer pirotecnia con la cámara y con el sonido. Y así llegué a Silencio, El irlandés y Los asesinos de la luna», ha reconocido Scorsese.
- «Trato de no ponerme límites. No me gusta estar restringido por lo que se considera narrativo. Lo más difícil para mí es la trama, la historia. ¿Por qué el público tiene que saber todo? No puedo llevar el hilo de una trama. Todavía no sé qué pasaba en Infiltrados, y creo que el guionista tampoco», ha bromeado el cineasta.
- «En Taxi Driver, Robert De Niro y yo confiábamos mucho el uno en el otro. Él confiaba en mí para que le diese forma a la actuación y yo confiaba en él dejándole hacer. A veces me decía que tenía una idea un poco loca, y yo le pedía que no me la contase, que simplemente la hiciese. Cuando la hacía, mientras grabábamos, me preguntaba si era demasiado, y yo le decía que no, que me encantaba», ha explicado Scorsese sobre la improvisación en los rodajes.
- «Cada una de mis 27 películas –si es que han sido 27, no llevo la cuenta– ha sido una excursión para crear algo. Cada una ha sido como un universo. Y eso te afecta en tu vida privada también. Porque cada una exige un esfuerzo singular. Yo no hablo de años, sino de películas», asegura Scorsese.
- «Si los espectadores van a ver una película, no los amarguemos con una larga retahíla de títulos de crédito. Echo de menos aquellas presentaciones tan bonitas del Hollywood antiguo –yo lo hice en Alicia ya no vive aquí–, pero eso ya no está, es otro mundo, ahora los espectadores quieren que empiece rápido la película. Quita los logos, no distraigas y, ¡simplemente empieza la película de una vez! La primera escena te mete en la historia: la forma de empezar, la velocidad... Una imagen para atraer al público es tan arriesgado y difícil como un buen montaje», reconoce Martin Scorsese, que ha expresado en Madrid un deseo que compartimos todos: «Me gustaría hacer unas cuantas películas más».