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08 de septiembre de 2024

Aquí no hay quien viva, la exitosa serie que se emitió hace ya 19 años y que está disponible en streaming

Aquí no hay quien viva, la exitosa serie que se emitió hace ya 19 años y que está disponible en streaming

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El sueldo que cobraban los actores de 'Aquí no hay quien viva' por cada capítulo

Un actor de la serie sorprende al revelar cuánto cobraban por grabación

¿Quién no ha disfrutado de la icónica serie Aquí no hay quien viva? Desde su estreno hace más de dos décadas, el 7 de septiembre de 2003, esta comedia española se ha convertido en un verdadero fenómeno, encontrando nuevos seguidores en plataformas como Netflix, Amazon y Atresmediaplayer.

La trama se desarrolla en un edificio de Madrid donde Lucía y Roberto llegan como nuevos vecinos, encontrándose con una comunidad de personajes tan variados como excéntricos, que han dejado marcadas en el imaginario colectivo frases inolvidables como «¡A ver, un poquito de por favor!» y «Váyase señor Cuesta, váyase!».

Con 17 episodios en su primera temporada y un total de 92 a lo largo de seis, la serie fue emitida por Antena 3 entre 2003 y 2006, alcanzando un éxito que perdura hasta hoy. Los hermanos Alberto Caballero y Laura Caballero fueron los talentosos guionistas detrás de este proyecto que catapultó a actores como Gemma Cuervo, Mariví Bilbao, Emma Penella, Luis Merlo, María Adánez, Fernando Tejero y José Luis Gil hacia la fama.

Pero, una pregunta que quizás te hayas hecho: ¿cuánto cobraban por episodio estos actores? Mariano Alameda, conocido por su papel como Diego en la serie, compartió en el pódcast de Animales Humanos, presentado por Ibai Vegan, detalles reveladores sobre los ingresos por episodio.

Según él, los actores podían esperar ganar entre 2.000 y 3.000 euros por capítulo. Aunque esta cifra puede parecer considerable a primera vista, Alameda también destacó la naturaleza inestable y temporal del trabajo actoral. Explicó cómo los períodos sin empleo pueden rápidamente contrarrestar los ingresos obtenidos durante las grabaciones, haciendo hincapié en los altibajos financieros que enfrentan los actores en la industria del entretenimiento. «Es una mierda en realidad porque lo haces durante un tiempo. A lo mejor has ganado 8.000 euros al mes, pero luego te tiras seis meses sin trabajar nada y tienes que vivir de lo otro».

Por otro lado, figuras como José Luis Gil y Fernando Tejero se benefician significativamente de los derechos económicos por la redifusión de la serie, lo que podría significar ingresos adicionales considerables cada año. Según informes de El Confidencial, estos derechos podrían generar entre 20.000 y 50.000 euros anuales para estos actores. Este aspecto no solo resalta la disparidad económica entre los actores principales y secundarios, sino que también pone de relieve el impacto económico continuo de las producciones exitosas en la vida financiera de los artistas.

Aquí no hay quien viva
Roberto (Daniel Guzmán) se preguntaba por qué había que “vestirse de idiota” cuando llega la Nochevieja en el episodio 17 de la primera temporada de Aquí no hay quien viva. Claro que, cuando veía a su novia Lucía (María Adánez) con un espectacular vestido rojo, ya lo entendía algo más…

Daniel Guzmán y María Adánez, dos de los protagonistas

José Luis Gil y Fernando Tejero, quienes alcanzaron la fama interpretando a Juan Cuesta y Emilio Delgado respectivamente en la serie, han podido capitalizar su participación en ella a través de estos derechos de retransmisión. Este flujo de ingresos post-emisión no solo compensa el trabajo inicial, sino que también asegura un ingreso adicional estable en el tiempo, proporcionando una seguridad financiera que no todos los actores logran alcanzar en la industria. De hecho, ambos actores también han vuelto a colaborar con los hermanos Caballero en producciones posteriores. En La que se avecina, José Luis Gil interpretó a Enrique Pastor y Fernando Tejero a Fermín Trujillo.

En resumen, Aquí no hay quien viva ha dejado una huella indeleble en la televisión española por su humor ingenioso y sus personajes inolvidables, sino que también ofrece una mirada intrigante a los altibajos económicos dentro de la industria del entretenimiento.

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