Cine
Esta era la película favorita de Matthew Perry: «Me permitía lidiar con mi soledad»
Se cumple un año de la muerte del actor de Friends por los «efectos agudos de la ketamina», a la que era adicto
En lo que respecta a las sitcoms, es casi imposible encontrar una que pueda rivalizar con la influencia y el impacto global de Friends. Con un elenco estelar y la capacidad de aprovechar experiencias universales, la serie logró trascender las divisiones culturales de todo el mundo con la historia de seis amigos que batallan las consecuencias de la treintena en Nueva York.
Sin apenas desearlo, consiguió una de las bases de fans más grandes y fieles de la cultura popular que aún 25 años no dudan en volver a verla gracias a la comicidad de sus personajes y su facilidad para encontrarse en situaciones ridículamente incómodas.
Para muchos, el gran atractivo de este tipo de comedias que se alargan en el tiempo durante años es la sensación de no estar tan solo ante la vida, como una especie de compañía indirecta que vive las y se enfrenta a los mismos problemas que alguien de a pie. Para otros, en cambio, la clave está en su reparto, siendo Matthew Perry, uno de los actores favoritos de todos ellos.
El intérprete se inmortalizó a sí mismo con su interpretación de Chandler Bing. Aunque la segunda mitad de su carrera estuvo marcada por problemas de adicción, su personaje consolidó su legado como una de las grandes —y mejor pagadas— estrellas de la televisión.
En 2022, decidió hablar abiertamente sobre su batalla contra las drogas al escribir una exitosa autobiografía titulada Amigos, amantes y aquello tan terrible (Friends, lovers, and the Big Terrible Thing). Además de sus desgarradores relatos sobre adicciones, el libro también describe sus entrañables recuerdos al ver su película favorita de todos los tiempos acompañado de su madre.
«Habíamos estado jugando todo el día, incluso intentamos jugar al Monopoly, pero es difícil cuando sois solo dos. Al caer la noche, encontramos Annie Hall en nuestro viejo televisor y, al verla, nos reímos a carcajadas». El actor reconoce, además, que no comprendió ninguno de los chistes sobre sexo y relaciones sentimentales, pero «incluso a los 8 años pude entender la comicidad de estornudar y desperdiciar 2.000 dólares en algún tipo de polvo blanco».
En sus propias palabras, la película de Woody Allen, con él y Diane Keaton como protagonistas, le permitía «lidiar con su soledad». Explicó que, en multitud de ocasiones, había experimentado una grave incapacidad para obtener placer de cualquier cosa que lo rodeara, y esa sensación a menudo le recordaba a Annie Hall.
«Por supuesto, en ese momento no lo sabía, pero, si no buscaba la emoción, con drogas o alcohol, era incapaz de disfrutar de nada. La palabra elegante para definirlo es 'anhedonia', —incapacidad para sentir placer— un sentimiento por el que gasté millones en terapias y centros de tratamiento a fin de comprenderlo», confesó.
Anhedonia, por cierto, fue el título provisional que Woody Allen barajó para la película. Este sentimiento fue la visión original con la que Alvy Singer reflexiona sobre todos los amores de su vida. Sin embargo, trabajando en el proyecto, el cineasta llenó la película con gags, escenas surrealistas y todo tipo de referencias a Annie; por lo que su historia de amor emergió sobre el resto.
«Era el título provisional de mi película favorita, la que mi madre y yo disfrutamos juntos. Woody entendía. Woody me entendía a mí», concluyó en sus memorias.