Televisión
El nuevo canal de televisión al servicio de Sánchez que ya prepara Prisa
La Séptima sería el nombre provisional de la cadena para reforzar la narrativa audiovisual afín al Ejecutivo, según avanza El Economista
Begoña Gómez, Ábalos, Aldama, García Ortiz, Lobato... Son varios los nombres que hacen tambalear la ya de por sí inestable política de Pedro Sánchez. Si la cortina de humo que nos vendieron la semana pasada con el enfrentamiento de La Revuelta y El Hormiguero sirvió para poner el foco en algo más que la falta de coherencia del Gobierno, ahora Sánchez extiende su ofensiva mediática fuera de los albores de RTVE.
Desde Moncloa se trabaja en la concesión del nuevo canal de televisión a José Miguel Contreras y a PRISA, bajo el nombre provisional de La Séptima, según adelanta El Economista. De momento, se desconoce cuándo se comunicará y formalizará la operación, así como la fecha concreta para conceder de forma oficial la licencia del nuevo canal de televisión. Lo que sí se espera es que La Séptima como una plataforma mediática orientada a tertulias, debates, opinión y análisis «con una línea ideológica más a la izquierda que La Sexta», según explica El Economista.
El principal accionista que aporte la financiación suficiente para que el proyecto salga adelante será PRISA, con unos 40 millones anuales en los primeros ejercicios. Sin embargo, Joseph Oughourlian, principal accionista del grupo, ha puesto como condición que Contreras encuentre otros socios financieros, por lo que habría recurrido, a priori, a buscar capital en América Latina, como ya hizo hace años en una situación similar.
Lo cierto es que la relación de José María Contreras con este tipo de iniciativas no es ni por asomo nueva. Mientras estaba al mando del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero fue uno de los responsables de la creación de La Sexta, que después fue vendida a Atresmedia. En la misma línea, PRISA recibió Cuatro del anterior gobierno socialista y posteriormente la vendió a su competidor directo, Mediaset.
La nueva televisión de Prisa será, por tanto, un altavoz más del actual Gobierno de Sánchez, como si no tuviera ya suficientes aliados en los medios no solo para combatir los supuestos «bulos» que atentan contra él, sino para asegurarse un blindaje mediático a largo plazo y frente a posibles cambios políticos. Sánchez refuerza así su estrategia comunicativa, perfilando La Séptima como pieza clave informativa en un entramado político cada vez más inestable.