Las 10 mejores películas de 2024

Ahora que termina el año, es momento de repasar las mejores películas de 2024, un año que nos ha dejado estos diez títulos memorables:

1. Perfect Days

El cineasta alemán Win Wenders nos regaló una película libre y personal, profundamente humana, rodada en Japón, que sigue la rutina cotidiana de Hirayama (Koji Yakusho), un hombre soltero y silencioso, que trabaja limpiando los váteres públicos de una zona de Tokio. Todas las mañanas, al salir a la calle, mira hacia arriba y sonríe lleno de alegría al contemplar el cielo clareando. En su vida aparentemente no pasa nada. Pero solo en apariencia. Hirayama no tiene televisión, ni redes sociales, ni ordenador… Sus relaciones son reales, no virtuales: con las cosas, con las personas, con los árboles… Y experimenta una profunda satisfacción. Vive con alegría la novedad del instante, cada jornada es de hecho una nueva aventura, no le preocupa el mañana, sino que goza con estar vivo «aquí y ahora». La película es lenta, contemplativa, sin efectismos,… una declaración de principios estética y moral. Pero sobre todo es una cinta positiva y luminosa, cargada de esperanza.

2. La zona de interés

Esta película de Jonathan Glazer se inspiró en la obra homónima del novelista británico Martin Ami (2014) y se centra en el teniente coronel Rudolf Hoss, comandante del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Hoss (Christen Friedel) y su esposa Hedwig Hensel (Sandra Hüller) viven felices con sus hijos y abundante servidumbre en un chalet con jardín, huerta y piscina. Pero la casa tiene una peculiaridad: uno de los muros de su jardín da al campo de exterminio. La familia Hoss vive de espaldas -física y moralmente- a lo que sucede al otro lado del muro. Hoss se desenvuelve como un buen padre de familia, aunque dedica mucho tiempo a su trabajo mientras su esposa gestiona la casa con mimo y dedicación. El trabajo de Hoss es organizar con la máxima eficacia el gaseo de judíos y su incineración. No es más que un burócrata eficiente que procura hacer su encargo con rigor para satisfacción de su jefe Himmler. En casa, como en cualquier casa de la época, nunca se habla del trabajo del padre, sino de los asuntos domésticos banales y cotidianos. La tragedia que viven los presos al otro lado del muro le llega al espectador a través de sonidos en off. No se ven judíos, pero están continuamente presentes en lo que se oye de lejos: gritos, órdenes, disparos, ladridos y alaridos de desesperación, y en el humo que sale de las chimeneas del crematorio y que se entremezcla con las nubes y el sol en un cielo azul. Nunca se nos había mostrado el holocausto de una forma tan asombrosa.

3. Jurado nº 2

El nonagenario director Clint Eastwood nos cuenta este drama moral y judicial sobre Justin (Nicholas Hoult), un joven casado que por fin va a ser padre, y que recibe una citación para ser miembro del Jurado que va a juzgar a un hombre acusado de asesinar salvajemente a su novia. En cuanto empieza la vista Justin se va dando cuenta de que él sabe cosas relativas al caso que se juzga; cosas que pueden salvar o condenar al acusado, pero que también pueden salpicarle a él si salen a la luz.

Por su parte, la fiscal (Toni Collete), que inicialmente se toma el caso como un mero trámite que favorece su candidatura a Fiscal del distrito, con el tiempo se deja influir por su propia conciencia, lo cual también le puede perjudicar. El guion de Jonathan Abrams nos traslada dilemas morales de envergadura sobre la naturaleza problemática de la justicia humana. Una cinta muy clásica en forma y fondo que consigue involucrar al espectador y obligarle a tomar postura.

4. La virgen roja

Esta película de Paula Ortiz se basa en la historia real de la española Hildegart Rodríguez Carballeira (1914-1933). La joven fue muy popular por ser asombrosamente superdotada, llegando a licenciarse en Derecho siendo menor de edad y a hablar varios idiomas, incluido el latín, antes de cumplir los diez años. Pero Hildegart realmente conmocionó a la sociedad española cuando fue asesinada por su propia madre de tres tiros a bocajarro. Entonces salió a la luz una historia que constituye una alegoría elocuente sobre las perversiones y amenazas intrínsecas de las ideologías. Porque Aurora (Najwa Nimri), la madre soltera de Hildegart, quiso hacer de su hija una creación personal, modelada por ella misma para convertirla en el referente ideal para la mujer de su tiempo: moderna, empoderada, sexualmente liberada, feminista y socialista. Todo va saliendo según el plan hasta que la joven empieza a tomar decisiones libres al margen de la voluntad de su madre. Aurora es la utopía hecha ideología, y la ideología hecha fascismo. Frente al feminismo letal de Aurora, su hija propone un feminismo en el que el varón no es el enemigo sino el aliado de la mujer. La puesta en escena es impecable, con un uso dramático de la luz que no sirve para iluminar la realidad física sino la realidad interior de los personajes y las situaciones, y una banda sonora que arriesga exitosamente con piezas vanguardistas. Los encuadres son auténticos lienzos de magnífica composición y hay escenas de gran fuerza artística, como la del cortejo por la calle de Alcalá.

5. Los destellos

La tercera película de Pilar Palomero se ambienta en algún lugar de Tarragona, y arranca con la historia de Isabel (Patricia López Arnaiz), una mujer de mediana edad, separada de Ramón (Antonio de la Torre), con la que tiene una hija, Madalen (Marina Guerola), la cual vive y estudia en Valencia. Isabel ha rehecho su vida con Nacho (Julián López). Madalen, que nunca ha dejado de tener relación con su padre, le pide a su madre que cuide de Ramón, enfermo terminal de cáncer, para lo que Isabel no se siente preparada.

Drama familiar sutil levantado sobre silencios, miradas y subtextos, con el lento ritmo de los cambios del corazón. La película elogia la familia y el valor de la vida. Ante el evidente sufrimiento de Ramón, en vez de recurrir a la eutanasia, la película propone el calor de la familia y amigos y los cuidados paliativos como forma de afrontarlo. La película transmite esperanza y positividad, no solo a través del lenguaje sutil y discreto de la cámara, sino también a través de unas interpretaciones memorables. La directora ha recibido el Premio ¡Bravo! De la Conferencia Episcopal por esta película.

6. Fly Me to the Moon

La película de Greg Berlanti se enmarca en la misión Apolo XI, de la NASA, que puso sobre la luna a Armstrong, Collins y Aldrin. El gobierno de Nixon, a través de Moe Berkus (Woody Harrelson), decide contratar a una celebridad del marketing, Kelly Jones (Scarlett Johansson), para hacer presente el proyecto Apolo XI en la sociedad norteamericana y mundial, centrada en la Guerra del Vietnam y no en la carrera espacial. Kelly Jones recibe el encargo de movilizar emocionalmente a la población a favor de la misión lunar. Y ella va a hacer lo que haga falta, sea moral o no, para conseguirlo. Frente a ella tendrá a Cole Davis (Channing Tatum), responsable máximo del lanzamiento del Apolo, un hombre serio y honesto, nada interesado en el marketing. Una entretenida comedia que combina las intrigas propias del cine espacial con una sofisticada reflexión sobre las dimensiones éticas del marketing y la eficacia de las fake news. Todo envuelto en una trama romántica de lo más clásica. En realidad, la película es un retrato muy inquietante sobre el poder de la mentira en la opinión pública.

7. El salto

El director Benito Zambrano nos cuenta una historia de inmigración ilegal en la valla de Melilla, atravesada por una imponente historia de amor. De amor y de justicia, pues cuenta los esfuerzos de Ibrahim (Moussa Sylla) por reunirse con su mujer Mariama (Nansi Nsue), embarazada de su primer hijo. Ambos vivían en España, sin papeles, pero trabajando honradamente, como albañil él, como trabajadora de una fábrica, ella. Un día, en una redada policial, Ibrahim es detenido y expulsado. La película narra su lucha por volver a España y poder acompañar a su mujer cuando nazca su hijo. En torno a este noble y titánico empeño del protagonista se teje una hermosa red de amistad y solidaridad que supone la gran propuesta positiva y alentadora del film, que además reivindica positivamente la labor social de la Iglesia. También se elogia el sentido religioso de los inmigrantes de distintas confesiones. Aunque quizá carga en exceso las tintas sobre la dureza policial. La película tiene un interesante aire de incorrección política.

8. La infiltrada

La directora española Arantxa Echevarría nos cuenta esta trepidante historia basada en la asombrosa peripecia real de Aranzazu (Carolina Yuste), pseudónimo con el que se infiltró una jovencísima agente de Policía en ETA, durante 8 años. Ella consiguió integrarse en la izquierda abertzale, siendo la única mujer que acogió en su piso a dirigentes de la banda terrorista. Su jefe (Luis Tosar) apuesta todo por ella con el objetivo de desarticular el comando Donosti en un momento crucial en el que la banda declaraba falsamente estar en tregua. Una película de género muy bien llevada, pero con un importante trabajo en la construcción de personajes, desde el punto de vista de su hondura dramática. Una historia de sacrificio, idealismo y lealtad, pero que también saca a la luz elementos menos gloriosos de la lucha antiterrorista.

9. Alas blancas

Espléndida película que adapta la novela gráfica Pájaro blanco escrita y dibujada en 2019 por la neoyorquina Raquel Jaramillo Palacio. Detrás de la cámara está el gran director suizo-alemán Marc Forster. El argumento parte del presente, cuando el joven Julián (Bryce Gheisar) ha sido expulsado de su colegio por hacer bullying a un compañero. En esa tesitura recibe la visita de su abuela Sara (Helen Mirren). Sara desea que su nieto reconozca el mal que ha hecho y cambie, y para ello le cuenta su experiencia personal como chica judía durante la Segunda Guerra Mundial en la Francia ocupada. A partir de ahí se nos introduce por medio de flashbacks en la verdadera trama de la película, protagonizada por una Sara adolescente (Ariella Glaser), que pasó la guerra escondida en un granero y protegida por el joven Julien (Orlando Schwerdt), un compañero de colegio, donde es él es víctima de bullying por su grave cojera. Una cinta llena de fuerza narrativa y dramática que quiere exaltar lo más noble del ser humano: su bondad, su capacidad de sacrificio por los demás, y sobre todo su disponibilidad al amor como lo único realmente valioso en un mundo de guerras, intolerancia y crueldad.

10. Hispanoamérica, canto de vida y esperanza

El gran documentalista español, José Luis López-Linares, nos ofrece una revisión histórica de España sobre lo que significa Hispanoamérica, tanto desde una perspectiva histórica como cultural, desmontando muchos tópicos indigenistas y antiespañoles que ha mantenido durante siglos la Leyenda Negra. López-Linares toma como base el fenómeno del barroco hispanoamericano. Un fenómeno artístico y cultural que se expresó en la arquitectura, la música, la pintura, la liturgia, la escultura… y que fue fruto de la madurez de un proceso de mestizaje que constituye la realidad de Hispanoamérica tal como la conocemos hoy.

La película está concebida como una gran vidriera de luz y color en la que se combinan reflexiones sobre la guitarra y el flamenco, las técnicas de escultura de origen indígena, el significado de determinadas pinturas, las procesiones religiosas… como si se tratara de un gran retablo barroco. López-Linares ha tenido el acierto de entrevistar sobre todo a expertos latinoamericanos y a un gran número de mujeres. Un lugar especial lo ocupa el tratamiento de la música, y de qué manera la música española influyó en la americana y viceversa. En la parte final se hace un juicio crítico sobre los problemas de identidad que tienen muchos hispanoamericanos que rechazan su parte española, y que por tanto son incapaces de entenderse a sí mismos satisfactoriamente.