Jack Nicholson elige al mejor actor de la historia: «Cambió mi vida para siempre»

Jack Nicholson, uno de los gigantes de Hollywood, ha pasado los últimos años alejado de las cámaras, disfrutando de una vida tranquila y sin focos en Los Ángeles. Su última aparición en pantalla fue en 2010, en la película ¿Cómo sabes si es amor?, y desde entonces, el ganador de tres premios Oscar ha optado por el silencio de un retiro que él mismo se ha ganado con creces.

En abril de 2023, Nicholson hizo una rara aparición pública en un partido de los Lakers, su equipo de baloncesto favorito, donde fue recibido con ovaciones y aplausos de quienes tuvieron la suerte de verlo. Aunque las especulaciones sobre su salud son constantes, Nicholson parece estar disfrutando de un retiro en paz, dejando que su legendario repertorio hable por él.

Y, sin duda, Nicholson tiene un legado digno de aplausos. Su carrera de más de cinco décadas está llena de personajes inolvidables, desde el rebelde Randle McMurphy en Alguien voló sobre el nido del cuco hasta el aterrador Jack Torrance en El resplandor, pasando por su Joker en Batman, que sigue siendo una de las interpretaciones más queridas del villano de Gotham. Pero, a pesar de este éxito que lo ha llevado a ser el actor masculino con el récord de nominaciones al Oscar, Nicholson siempre ha tenido una gran fuente de inspiración: Marlon Brando.

Para Nicholson, Brando no es solo una influencia; es el actor que, sin dudar, considera el mejor de todos los tiempos. En una entrevista en 2004 con Rolling Stone, Nicholson lo expresó con una admiración incondicional: «Si no puedes apreciar a Brando, no sabría cómo hablar contigo. Es obvio: Marlon Brando es el mejor». Estas palabras reflejan una veneración que Nicholson nunca ha escondido. La presencia de Brando en la pantalla significó para él una transformación en la forma de entender la actuación, algo que sintió desde joven, cuando vio a Brando en Salvaje. «Brando cambió mi vida para siempre», confesaba Nicholson.

El destino los unió en una única colaboración en 1976, cuando ambos compartieron pantalla en Missouri (The Missouri Breaks), un western experimental dirigido por Arthur Penn. Nicholson interpretó a Tom Logan, un forajido que se enfrenta al enigmático cazarrecompensas Lee Clayton, interpretado por Brando. Para Nicholson, trabajar con su ídolo fue una lección diaria, un «duelo» interpretativo entre su estilo meticuloso y el método libre e impredecible de Brando. En el set, Nicholson pudo observar el enigmático estilo de Brando, quien aportaba misterio y emoción a cada línea, utilizando el silencio y la calma de una forma que Nicholson describía casi como mágica.

«El don que poseía Brando fue enorme e impecable, como Picasso. No hay nadie antes ni después como él. Su impacto en el cine es incalculable», afirmaba Nicholson, quien intentó en su propia carrera incorporar ese toque de calma y precisión que tanto admiraba en Brando. Mientras Brando era reservado y algo misterioso, Nicholson cultivó un estilo extrovertido y lleno de intensidad, pero siempre con el mismo respeto hacia el oficio que aprendió de su ídolo.