Cine
El pueblo de España que acogió a Clint Eastwood, Charlton Heston, Orson Welles y Stanley Kubrick
Esta localidad española fue escenario de grandes películas, como Espartaco o La muerte tenía un precio, de cuyo rodaje se cumplen 60 años en 2025
Este año se cumplen seis décadas del rodaje en Colmenar Viejo (Madrid) de La muerte tenía un precio, un gran éxito del director Sergio Leone protagonizado por Clint Eastwood. La asociación cultural Colmenar Viejo, Tierra de Cine, que busca poner en valor el pasado cinematográfico de esta localidad madrileña.
También se cumplen 70 años de la primera superproducción de masas de Hollywood que se rodó en España, Alejandro Magno, de Robert Rossen, con Richard Burton, cuyas «secuencias más espectaculares se rodaron en la Dehesa de Navalvillar de Colmenar Viejo», indica la asociación cultural.
Tras albergar en 1958 el primer decorado en España de ciudad del lejano oeste, aunque desmontable, para la película La rubia y el sheriff, de Raoul Walsh, Colmenar Viejo se convirtió en una de las localizaciones más prolíficas del país como plató natural, junto con Hoyo de Manzanares y La Pedriza en la región madrileña, así como Almería y Esplugues.
En concreto, el italiano Sergio Leone rodó en 1959 Los últimos días de Pompeya en la Plaza de Toros de Colmenar, y regresó dos veces más a esta zona para filmar El coloso de Rodas en Manzanares El Real, y Por un puñado de dólares en Hoyo de Manzanares, además las escenas de la ciudad asediada de El bueno, el feo y el malo, a ritmo de las inolvidables bandas sonoras de Ennio Morricone.
El poblado del oeste de Félix Michelena y Augusto Lega albergó estos rodajes y fue uno de los primeros decorados estables en construirse en 1963, siguiendo los pasos del de Cubero-Galicia en Hoyo de Manzanares para Fuera de la ley, de León Klimovsky, con Jack Taylor.
Cuando se requerían grandes extensiones de terreno para las películas, productoras españolas y extranjeras hallaron en Colmenar «no sólo el sol y los entusiastas extras colmenareños, sino también unos decorados naturales miméticos con diferentes partes del mundo».
Allí se rodaron inolvidables secuencias como las batallas de Espartaco o escenas de Campanadas a medianoche, donde estrellas como Charlton Heston, Anthony Quinn o Sofía Loren, dirigidos por cineastas como Sergio Leone, Robert Siodmak, Win Wenders, Orson Welles o Stanley Kubrick, dejaran su impronta en el celuloide.
También impresionaba el fuerte de 70 metros por 30 levantado para Antes llega la muerte, de Romero Marchent, que sería después utilizado por el director Robert Siodmak. Igualmente esplendorosos eran los ranchos levantados para La marca de Caín y Las petroleras.
En esos estudios se filmaron escenas de Viajes con mi tía o El viaje fantástico de Simbad, además de películas publicitarias y buena parte del cine español, como el debut cinematográfico de Pilar Miró o los interiores de Tristana, de Luis Buñuel, añade la asociación.
Todos estos decorados albergaron hasta 200 rodajes, hasta ser desmontados con el declive del wéstern europeo. Aún más tardío fue el decorado de la parada de postas de diligencias en Parada en el infierno (2016), dirigida por Víctor Matellano, último decorado del lejano oeste que quedaba en la región y que fue desmantelado en 2021.
En total, la región albergó rodajes en 36 municipios, según la ruta Comunidad de Madrid, Territorio Far West, de Film Madrid, que recoge cuatro trayectos por escenarios de películas en la región que incluyen Chinchón o la Casa de Campo en Madrid, entre otros.