Elisa Mouliaá durante su entrevista en '¡De Viernes!'
Elisa Mouliaá revela las «tres normas» que le habría puesto Errejón durante una fiesta
La actriz reveló que todo el dinero que pudieran generar sus apariciones públicas lo donaría a la asociación de mujeres maltratadas
«No me rendiré, aunque el viento me parta. No me rendiré porque la verdad me respalda». Con unos versos de la argentina Alejandra Pizarnik, Elisa Mouliaá se presentaba en el plato de ¡De Viernes! Un día después de su declaración en el Juzgado de Instrucción 47 de Madrid por la denuncia de agresión sexual interpuesta contra Íñigo Errejón, la actriz quería contar «cómo vivió aquella situación, cómo ha afrontado los últimos meses y cómo se encuentra tras su comparecencia judicial».
Se había especulado con la cuantía económica que cobraría por acudir al programa de Telecinco —desde el programa Ni que fuéramos shhh hablaban de «un pastizal»—. Esto despertó las críticas, por lo que durante la entrevista, Mouliaá aseguró que el dinero pudiera generar tanto su abogado como ella «a raíz de esta exposición» se donaría «íntegramente a la asociación de mujeres maltratadas para ayudar a la lucha contra el abuso el día 8 de marzo ante notario».
De esta manera, aseguraba que la motivación para aparecer en televisión era visibilizar a las víctimas que han pasado por situaciones «mucho peores que lo mío».
El exportavoz de Sumar, definido como «cruel» y «un depredador sexual y una persona que ejerce violencia sexual para su propio placer y beneficio», supuestamente habría empleado la sumisión química, echándole «algo» en la bebida.
Tras la presentación de un libro, ella le invitó a la fiesta de un amigo, pensando que Errejón lo rechazaría, cosa que no sucedió. De camino, cuenta la actriz, le impuso «tres normas»: La primera, le pidió que no se alejase mucho de él durante la noche. «La segunda, 'que si lo haces, no te vayas a un radio de más de 20 metros y vuelve en menos de un minuto' y la tercera, 'que me des un beso esta noche'. Me quedé como un poco cortado», reconocía.
Se hacía «la fuerte», pero sufría «depresión»
Ya en la fiesta, en una de las habitaciones, cuenta que, sin su consentimiento, fue besada y forzada, en contra de la versión de Errejón.
Pese a lo sufrido, explica que en un primer momento quería «hacerse la fuerte», exteriorizando que no le había afectado. «Una cosa es la imagen que yo quiera dar y otra cosa es el infierno que he vivido y cómo me ha afectado en todos los aspectos». Es por ello que afirmaba haber pasado por una «depresión» por la que se encuentra en tratamiento psiquiátrico, además de recibir medicación —Sertralina—.
