Cine
El actor que rechazó 'Lo que el viento se llevó': «Me alegro de que sea Clark Gable quien fracase y no yo»
Cooper consideró que Lo que el viento se llevó sería un fracaso total y se mostró reacio a formar parte del proyecto
La historia de Gary Cooper y su rechazo a uno de los papeles más icónicos de la historia del cine es un ejemplo perfecto de cómo una mala decisión profesional puede cambiar el rumbo de una carrera. El actor, conocido por películas como El sargento York o Vera cruz, fue originalmente considerado para interpretar a Rhett Butler en la película Lo que el viento se llevó (1939), una de las cintas más exitosas de todos los tiempos. Sin embargo, Cooper rechazó la oferta, tomando una decisión que, en retrospectiva, muchos considerarían como un error.
En palabras del propio Cooper, su visión sobre la película era clara: «Lo que el viento se llevó va a ser el mayor fracaso en la historia de Hollywood». Un juicio arriesgado, dado el legado de la película hoy en día. Cooper, que se encontraba en un punto álgido de su carrera, no vio el potencial en esta superproducción épica.
Su comentario sobre el fracaso de la película fue audaz y desacertado, dado que la producción se convertiría en un éxito rotundo y un hito en la historia del cine. «Me alegro de que sea Clark Gable quien se caiga de bruces, no yo», agregó, refiriéndose al hecho de que Gable finalmente asumió el papel.
La interpretación de Gable como Rhett Butler ha pasado a la historia como una de las más destacadas de Hollywood. Aunque Cooper continuó siendo una estrella en Hollywood, su rechazo a un papel tan fundamental en una de las películas más taquilleras de todos los tiempos fue, sin duda, una de sus decisiones más discutidas.
Un clásico que sigue vivo
Lo que el viento se llevó no solo es una película de amor, sino que es una verdadera joya épica que ha pasado la prueba del tiempo. La película, que dura casi cuatro horas, nos cuenta la historia de Scarlett O’Hara, una joven que enfrenta las dificultades de la vida, especialmente durante la guerra de Secesión en el sur de Estados Unidos. ¿Lo más interesante? La química en pantalla entre los actores principales, Vivien Leigh (Scarlett) y Clark Gable (Rhett), es pura electricidad, aunque fuera de cámara no se llevaban nada bien.
De hecho, se cuenta que se odiaban tanto que besarse en el set era una de las peores experiencias para ambos. Gable solía tener un aliento a cebolla, lo que hacía que los besos entre los dos fueran aún más incómodos para Leigh, quien, por su parte, tenía el hábito de fumar hasta cuatro cajetillas de cigarrillos al día. A pesar de esta tensión, la química entre Scarlett y Rhett en la pantalla es indiscutible, convirtiéndose en una de las parejas más memorables de la historia del cine. Y qué decir de la famosa frase de Gable: «Francamente, querida, me importa un bledo». Esa frase quedó grabada en la historia.
Y aunque la trama está llena de amor y traiciones, también muestra la lucha de Scarlett por sobrevivir y reconstruir su vida en medio de la guerra. Pasamos de ver a una mujer que solo sueña con el amor de un hombre, a una mujer que se convierte en una luchadora imparable.
Además, Lo que el viento se llevó no ha estado exenta de controversias. A lo largo de los años, ha sido cuestionada por cómo trata el tema del racismo y la esclavitud, lo que ha hecho que siga siendo un tema de debate. Pero lo que no se puede negar es que, a pesar de las críticas, la película sigue siendo un referente cultural que sigue atrayendo a nuevas generaciones.
En conclusión, esta película no es solo un relato romántico-histórico, sino una pieza monumental del cine que ha perdurado a través de las generaciones. La película sigue siendo un referente en la historia del cine por su grandiosidad, su capacidad para abordar temas complejos y por las icónicas actuaciones de su elenco. Sin lugar a dudas, el rechazo de Gary Cooper al papel de Rhett Butler es uno de los grandes «qué hubiera pasado» en la historia de Hollywood.