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Anora

Fotograma de Anora

Cine

La hazaña que coloca a 'Anora' entre los grandes clásicos de la historia de los Oscar

Sean Baker ha conseguido lo que antes solo habían logrado Walt Disney y Bong Joon-Ho

Siguiendo la tendencia de los últimos años por la que Hollywood usa la principal herramienta mercadotécnica del cine para promocionar películas que poco o nada tienen que ver con la meca del cine, Anora ha triunfado en la última entrega de los Oscar: película, director, montaje, guion y mejor actriz. El filme consigue de esta manera lo que muy pocos filmes habían conseguido previamente y el director, Sean Baker, lo que solo otras dos personas habían logrado antes.

De todos es sabido que solo tres películas –Sucedió una noche, Alguien voló sobre el nido del cuco y El silencio de los corderos– han ganado los cinco Oscar más importantes: película, director, guion, actor y actriz principales. Anora se ha quedado a uno, pues ni siquiera era candidata al mejor actor protagonista.

Mucho menos conocida es la lista de películas que, como Anora, han ganado cuatro de esos cinco Oscar. Por ejemplo, La ley del silencio (1954), la obra maestra de Elia Kazan, que cuenta con una de las más memorables interpretaciones de Marlon Brando y con la que el director se defendió de su colaboración con la caza de brujas de la época. O Forrest Gump (1994), a la que, como la anterior, le faltó un papel femenino protagonista –por alguna razón, Robin Wright ni siquiera estuvo nominada como secundaria–.

Dentro de esta lista de pelis que casi lo consiguieron también encontramos: Lo que el viento se llevó (1939); La señora Miniver (1942); Annie Hall (1977), de Woody Allen; American Beauty (1999), con Kevin Spacey como ganador del Oscar al mejor actor –no sé si, en la actual caza de brujas, finalmente se lo habrán quitado–; y La fuerza del cariño (1983), en la que Jack Nicholson solo consiguió el galardón al mejor actor secundario.

Sin embargo, Anora ha conseguido algo inaudito también entre estos clásicos del cine. Y no lo digo por otra combinación que se considera formidable: la de mejor película, mejor director y mejor montaje, que algunos califican de Oscar al mejor filme en el sentido técnico.

Fotograma 'Anora'

Mikey Madison y Mark Eydelshteyn son los protagonistas de Anora

Así, también aquí Anora se une a un conjunto que engloba a clásicos como El puente sobre el río Kwai (1957) y Lawrence de Arabia (1962), de David Lean, El golpe (1973), de George Roy Hill, Rocky (1976), de John G. AVildsen –¡debemos recordar que Sylvester Stallone fue candidato a mejor actor!– o El señor de los anillos: El retorno del rey (2003), de Peter Jackson

Pero Anora ha conseguido que ni siquiera estas películas lograron en su momento. Ni siquiera Titanic (1997), con su sinfín de Oscar –aunque, por si alguien está dispuesto a replantearse el valor real de estos premios, la película más laureada de la historia ni siquiera estuvo nominada en las categorías de Leonardo DiCaprio, algo anecdótico aunque lógico, ni de guion, lo que quizás lo dice todo– entre ellos los de película, dirección y montaje, que recogió James Cameron, ganador así de tres premios.

Pero Sean Baker ha conseguido superar a Cameron, pues ha cogido cuatro estatuillas –película, dirección, montaje y guion– lo que antes solo habían hecho Walt Disney, en 1954, pero con cuatro producciones diferentes –cortos y documentales– y, hace dos años, Bong Joon-Ho, el cineasta coreano, por Parásitos (2019) –película, dirección, película internacional y guion–. Y es que parece que los premios de la Academia, en asombroso tiro en el pie, prefieren parecerse más a un festival europeo que al homenaje a la presuntamente principal industria cinematográfica del planeta. En este sentido, no olvidemos que Anora ganó la Palma de Oro del último festival de Cannes.

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