Rosalía y el arte: todas las referencias artísticas de 'El Mal Querer' y 'Motomami'

Es una artista total, que bebe de numerosas fuentes y mezcla tradición con referencias culturales de su tiempo. En Rosalía habitan Camarón y Don Omar, las Kardashians y los santos, Rubens y Filip Custic, el artista que diseñó toda la imaginería de El Mal Querer, siempre bajo la batuta de la catalana.

La cantante ha lanzado su tercer álbum, Motomami, y ha vuelto a emplear numerosas referencias artísticas. Más allá de otras internas del disco y de su vida, como las continuas inspiraciones del mundo oriental (no solo en las letras, sino también en la estética y en conceptos como el «sakura», la flor del cerezo que solo florece una vez al año), hemos recopilado las principales inspiraciones que parece haber empleado la cantante en su nueva obra.

Botticelli

Es la referencia más compartida: Rosalía se configura como una nueva Venus; es decir, alguien fuera del tiempo, inmortal.

En El nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli, se propone el nacimiento del Amor y de la belleza espiritual como la fuerza motriz de la vida. No es casual la elección del cuadro: Venus aparece sobre una concha, que no solo es símbolo de la fertilidad, sino del renacer personal que trae consigo la virtud. Que es lo que ha logrado Rosalía con su nuevo disco.

Prince

La tipografía que Rosalía emplea en la portada de su disco es única; de hecho, fue ella misma quien la creó, dibujándola y perfeccionándola para hacer coincidir las letras 'm' con la forma de mariposa que utiliza como símbolo de transformación (y que canta en Saoko, entre otros temas).

Pero la idea de la tipografía como grafiti encuentra un eco anterior en Prince, en un disco recopilatorio de temas lanzado póstumamente, en 2019. El álbum recoge temas nunca antes publicados, y la referencia es clara: hay mucho más detrás del artista que todos conocemos o creemos conocer, igual que hay mucho más detrás de Rosalía (y de Motomami).

'Lost in translation'

El videoclip de Candy comienza con una panorámica del barrio de Shibuya, En Tokio, Japón. En una pantalla rodeada de altavoces aparecen unas letras: «Candy. Rosalía». Es la pantalla que aparece antes de comiencen las letras en un karaoke. Después aparece ella cantando su propia canción, rodeada de amigos, bailando... y después, bebiendo con una peluca rosa.

La escena recuerda al momento en el que Scarlett Johansson y Bill Murray, también perdidos en Shibuya, acuden a un karaoke en la película Lost in translation, dirigida por Sofia Coppola en 2004. Las paredes son las mismas, el momento de seducción entre los protagonistas está recreado en el videoclip de Rosalía... y, sobre todo, la escena final, en la que ella apoya la cabeza en el hombro de él.

Basquiat

El haitiano Jean Michel Basquiat pintó el cuadro Chicken and rice en 1981. Arroz y pollo como símbolo de sus orígenes, humildes, y de un pueblo que es mezcla de muchos pueblos, y de cada uno de ellos toma algo que le enriquece.

Curiosamente, cuando Rosalía abrió al público su cuenta secreta, @holamotomami, la primera imagen que había publicada era precisamente este cuadro de Basquiat. Por ello algunos encuentran una referencia directa en su tema Chicken Teriyaki, que también supone una fusión de muchas referencias y de muchos estilos, como lo es el arte de la artista catalana. Además, Basquiat comenzó realizando grafitis bajo el seudónimo de SAMO, «same old shit», que quiere decir «la misma basura de siempre», en una crítica al estancamiento artístico, a reproducir siempre fórmulas repetitivas sin explorar nuevas vías. La misma crítica que hace Rosalía en Motomami.

Además, en el post de Instagram hay una galería: la última imagen es un libro titulado Widow Basquiat, en el que se narra la historia de la pasión que arrastró a Suzanne Mallouk y Jean-Michel Basquiat a un romance efímero e inolvidable, una historia de amor y obsesión. Rosalía aparece en su en su videoclip como mujer poderosa, que ha pasado de «liberarse de las cadenas» de El Mal Querer

Europa

Muchos se han limitado a ver en el sensual videoclip de la polémica Hentai algo literal en el hecho de «montar» un toro. Sin embargo también se puede encontrar una referencia en el mito del rapto de Europa, que ha sido largamente representado en el arte.

Europa era una princesa fenicia que se encontraba bailando libremente en la playa. Cuando Zeus la vio, quiso en seguida poseerla, así que se convirtió en toro y tras ganarse su confianza, huyó con ella a sus lomos a través del mar.

'Chicago'

Aunque muchos han visto una referencia directa a Abierto hasta el amanecer en el videoclip de La fama, la película de 1996 en la que Salma Hayek aparece bailando con una serpiente sobre los hombros, quizá una referencia más ajustada sería la de la película Chicago.

En concreto, la versión protagonizada por Renée Zellweger en 2002, en la que aparece con un vestido plateado bailando entre hombres. En su videoclip, Rosalía baila hasta el final, después de asesinar a The Weeknd: liberada, no necesita ni la aprobación ni la defensa de ningún hombre.

Magritte

Aunque la melodía de La noche de anoche, realizada en colaboración con el artista latinoamericano Bad Bunny, no es clásica en absoluto, Rosalía vuelve a su estilo de evocar influencias culturales europeas para rastrear la conexión entre su propio mundo y esta colaboración. Algunos expertos creen que hay un guiño a la obra de arte de Giorgio de Chirico en los paisajes y las paletas de colores del vídeo. Pero la referencia más clara es el cuadro Architecture au clair de lune de René Magritte, un cuadro inquietante con la luna y las escaleras como protagonistas.

Millais

En el capítulo cuatro del álbum El Mal Querer, De aquí no sales, Rosalía aborda una historia de amor a la vez asfixiante y abusiva. Es la parte más agresiva del álbum, así como la más atrevida y experimental. En el estilo del videoclip hay cierta estética ciberpunk, también se abren paso las referencias al arte clásico, como la famosa Ofelia de Sir John Everett Millais.

Traduciendo el lenguaje de Shakespeare a una impactante imagen que evoca la tragedia de Ofelia, Millais pinta a la joven en trance inducido por la devastación ante su muerte, tras caer al agua mientras recogía flores.

Goya

Aunque pueda parecer que Rosalía simplemente ha adoptado la pose y el atuendo de La maja vestida, de Francisco de Goya, los paralelismos con la pintura del siglo XIX son más profundos. Es su actitud sensual y provocadora expresando deseo lo que alude a la polémica que giró en torno a la obra.

En Di mi nombre, Rosalía se pasa casi todo el videoclip en una cama. La maja parece ser dueña de su destino, y ofrecerse en un ejercicio de libertad; en cambio, Rosalía parece encadenada a esa cama, todavía atada a ese «mal querer» del que tiene que liberarse, exorcizarse (como parece que hace al final del vídeo).

Cossiers

Otra referencia mitológica: la de Júpiter y Licaón, en este casi. En el videoclip Tú de aquí no sales, Rosalía aparece sentada a la mesa mientras un lobo se come los restos de su cena. Según el relato de La Metamorfosis Ovidio, Licaón ofreció carne humana a Júpiter (Zeus), que, ofendido, lo destruye con su rayo vengador y lo transforma en lobo.

Podría tratarse de una metáfora en la que Rosalía tiene el poder de despreciar y apartar de su camino a aquellos que quieren ponerla a prueba o hacerla comulgar con aquello con lo que ella no está de acuerdo.

Goya y Frida Kahlo

Uno de los elementos diferenciadores que marcó el inicio de la carrera de Rosalía fue su intención de profundizar en sus raíces. En sus obras no sólo están presentes la flamenca y el traje tradicional, sino también las frecuentes referencias a algunas de las pinturas españolas más importantes de la historia del arte. Rosalía coquetea con los estándares estéticos pasados de moda, ajustándolos o simplificándolos para agregarles un aspecto más contemporáneo.

En A palé, una canción complicada de ritmos bajos y fuertes, la catalana se viste como La duquesa blanca en el cuadro de Goya: de blanco y con un fajín rojo. Además, muestra un entrecejo prominente, que podría hacer pensar en Frida Kahlo, otra de sus grandes referencias y a la que también emula en la portada del tema Que No Salga La Luna.

En El Mal Querer hay infinitud de referencias, especialmente en las portadas de cada capítulo, diseñadas por Filip Custic junto a Rosalía. También hay referencias a pinturas renacentistas como la Inmaculada Concepción y retratos de Francis Picabia. Lo que está claro es que el imaginario de Rosalía es rico, variado y no puede ser encajado en un solo estilo o en una sola época: exactamente lo mismo pasa con su música.