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Instituciones como Harvard, Columbia o Michigan celebran desde hace años distintas ceremonias de graduación

Instituciones como Harvard, Columbia o Michigan celebran desde hace años distintas ceremonias de graduaciónPaula Andrade

El penúltimo disparate en las universidades: separar a los alumnos por raza en las graduaciones

Instituciones estadounidenses como Harvard, Columbia, Cornell o el Boston College, entre otras muchas, celebran desde hace años distintas ceremonias también por razones de sexualidad o identidad de «género»

La última universidad estadounidense en sumarse al disparate de las graduaciones separadas ha sido la Grand Valley State de Michigan. La GVSU no solo separa a sus graduados por raza, sino que también lo hace por sexualidad e identidad de género para oficiar hasta cinco ceremonias distintas. Un récord de racismo, segregación y ridículo que pretende superar a antiguas veneradas instituciones como Harvard, Columbia o Cornell, entre muchas otras.

Graduaciones para estudiantes negros, estudiantes asiáticos, estudiantes «latinx», estudiantes nativos americanos y estudiantes «LGBTQIA+» son las nuevas modalidades que se estrenarán el próximo mes en Grand Valley, que también tendrá (y ya van seis) la ceremonia general de siempre. Los responsables de la universidad dicen, por ejemplo, cosas como que la graduación para los «estudiantes latinos/a/x» es «una oportunidad para reunirse y reconocer los logros del espíritu y las tradiciones de la cultura».

Parece una broma, pero no lo es. Del mismo modo, en la graduación para negros se anima a los estudiantes a celebrar todo «lo que sea representativo de la tradición, el patrimonio, la cultura y el legado negro/afroamericano y africano». Una ceremonia que ni mucho menos es nueva, sino ya casi tradicional desde 2016. Siguiendo con la lista de festejos racistas e intolerantes en virtud del antirracismo y la intolerancia, el Consejo Asesor de Nativos Americanos (NAAC) del centro también celebra su propia festividad desde hace años. No así la de los estudiantes asiáticos, que debuta este año.

Casi lo mejor de las novedades conmemorativas de la Universidad michiguense es la llamada 'Graduación Lavanda' (que ya tiene lugar desde hace casi 30 años en muchas y prestigiosas universidades del país: la primera fue la de Michigan en 1995 y sus solo tres graduados), cuya especialidad no es la raza sino la orientación sexual LGBTQIA+, para celebrar «los logros personales y académicos de los estudiantes LGBTQIA+ y aliados». Los «aliados» como si se hablara de una guerra y no de la celebración de un éxito académico común.

Cinco graduaciones distintas, un número notable que sin embargo no supera las seis de Columbia que va más allá, pues también separa a los alumnos por su nivel de ingresos. Concretamente, la universidad donde estudiaron Isaac Asimov, Dwight Eisenhower o el también presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt, organiza celebraciones de graduación para las comunidades «lavanda (LGBTQIA+), asiática, de primera generación y/o de bajos ingresos, negra, latinx y nativa».

Desde la Grand Valley State University, el penúltimo caso de la ola segregacionista, aseguran en el colmo de la distopía (o del cinismo) que de ningún modo están celebrando ceremonias de graduación por raza: «Grand Valley también da la bienvenida a organizaciones estudiantiles y líderes de la facultad para realizar celebraciones a menor escala diseñadas para honrar a los graduados. Estas celebraciones más íntimas son un complemento de la Graduación de GVSU y están abiertas a todos los estudiantes y sus seguidores». Y añaden sin reparos que «la mayoría» de los estudiantes segregados también participan en la ceremonia general porque es «donde se dan los títulos».

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