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El ministro de Cultura, Miquel Iceta, en la inauguración de Photo España

El ministro de Cultura, Miquel Iceta, en la inauguración de Photo EspañaEFE

La inaudita actividad de Iceta a pesar (o a propósito) del fin de la legislatura

La portavoz de Cultura del PP en el Congreso, Sol Cruz- Guzmán, no da crédito: "«No se entiende que a mes y medio de las elecciones pongan el ministerio patas arriba»

Da la impresión de que están desmantelando el ministerio de Cultura. Una noticia casi gráfica del desmoronamiento de un régimen. En contraste con todas las iniciativas que han quedado paralizadas con el fin de la legislatura, la actividad en el ministerio se ha reanimado en una especie de ¡sálvese quién pueda! (o más bien [parece ser] a quién se pueda).

Desde dentro del ministerio, sus sindicatos no dan crédito a lo que está sucediendo, igual que la portavoz de Cultura del PP en el Congreso, Sol Cruz-Guzmán, quien ha declarado que «Parece que renieguen de su propia gestión. No se entiende que a mes y medio de las elecciones pongan el ministerio patas arriba». «Patas arriba» es una expresión gráfica que confirma los «movimientos extraños», según los sindicatos, que remiten a desbandada.

La dirección de la Biblioteca Nacional (BNE) es el principio del caos sobrevenido. Hace años que se sabía de la próxima jubilación de su responsable, Ana Santos, después de una década, quien iba a permanecer en el cargo hasta finales de año, pero sin embargo Iceta ha publicado la orden ministerial para la presentación de candidaturas, con plazo hasta el 21 de junio, que ha provocado una histeria colectiva en el ministerio.

Parece ser que hay un interés evidente en nombrar a un director afín al gobierno actual antes de las elecciones, pero la BNE no es el único caso de prisas gubernamentales y de politización, también el del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA) donde Ignasi Cambó, protegido de Iceta, relevará a Beatriz Navas tras su dimisión. El Museo Reina Sofía es otra de las instituciones afectadas por esta película que se podría llamar Ministeriales al Borde de un Ataque de Nervios.

Después del eterno Borja-Villel, afín a Podemos, que apuró el cargo de director durante 15 años (y aún pretendió prorrogarlo), también hay urgencia en elegir a uno nuevo de entre la terna seleccionada por el propio ministro. Concretamente el próximo martes, mañana, Iceta nombrará al nuevo responsable, a pesar de las protestas del PP. La penúltima maniobra del ministro que ya antes, en los últimos meses ya movió fichas para colocar a sus acólitos, como en el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) o en el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem).

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