Una bailarina rusa se enfrenta a 20 años de cárcel por donar 51 dólares a Ucrania
Ksenia Karelina, de doble nacionalidad estadounidense y rusa fue detenida bajo sospecha de traición a finales de enero mientras viajaba para visitar a su familia en Rusia
La bailarina ruso-estadounidenses Ksenia Karelina ha sido juzgada por traición por una presunta donación de 51 dólares (unos 47 euros) a la organización pro-ucrania Razom for Ukraine. El Tribunal Regional de Sverdlovsk en Ekaterimburgo ha iniciado el juicio contra la joven de 33 años que vive y trabaja en Los Ángeles y que fue detenida por la policía rusa a finales de enero mientras viajaba para visitar a su familia en Rusia.
El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) acusó a Karelina de tomar parte en «acciones públicas de apoyo al régimen de Kiev» al transferir fondos «de forma proactiva a una organización ucraniana que las Fuerzas Armadas de Ucrania utilizaron posteriormente para comprar medicinas tácticas, equipos, armas y municiones», según informa Reuters.
El novio de la acusada, Chris Van Deerden, ha declarado a varios medios que la bailarina no se ha pronunciado políticamente sobre la guerra y «se siente orgullosa de ser rusa». Además de pedir públicamente su liberación, confía en que Estados Unidos la devuelva al país. Por su parte, portavoces de Razom for Ukraine, la organización a la que Karelina supuestamente entregó dinero, han expresado su «consternación» ante la noticia de su detención.
Detenidos por espionaje
El juicio comenzó a finales de la semana pasada y se celebra a puerta cerrada. La próxima audiencia tendrá lugar el 7 de agosto y, en caso de ser declarada culpable, se enfrenta a 20 años de cárcel. Como ella, otros ciudadanos estadounidenses, entre ellos periodistas y exmilitares, han sido detenidos en prisiones rusas.
Es el caso del reportero de The Wall Street Journal Evan Gershkovich, el primer periodista estadounidense detenido por espionaje en Rusia desde la Guerra Fría, que según ha confirmado la fiscalía rusa, será juzgado el miércoles 26 de junio. Su juicio también se celebrará a puerta cerrada en Ekaterimburgo, donde fue detenido hace más de un año.
Desde que Rusia desplegó sus tropas en Ucrania en febrero de 2022, el país ha realizado una fuerte campaña contra la oposición, además de aprobar leyes que penalizan tanto las críticas a sus operaciones en Ucrania como los comentarios que puedan desacreditar a las fuerzas armadas rusas.
El caso de Karelina recuerda al de la jugadora de baloncesto Brittney Griner, que estuvo 10 meses en prisión por presunta posesión de drogas y fue liberada después de un intercambio de prisioneros entre Rusia y Estados Unidos. Por ello, no se descarta que esta nueva detención sea otra maniobra para usar rehenes como «punto de negociación» en cualquier trato con Washington, según apunta La Razón.