El dibujo de una niña de cuatro años convertido en tapiz gracias a la novedosa técnica del nudo turco

Los garabatos de una niña convertidos en una alfombra tejida en la Real Fábrica de Tapices. La obra Perro de paseo mezcla por primera vez textura de tapiz con nudo turco y mide lo mismo que la niña en el momento de hacer el dibujo: 1,15 metros por 0,855 de ancho.

Así, en la alfombra se ha plasmado una figura que representa a un perro marrón sobre una especie de colina gris con césped encima. «Se han tardado quince días en hacer la alfombra, muy poco tiempo si se compara con el que requiere un tapiz –de ocho a doce meses por metro cuadrado–», explica Loli Prado, la tejedora que se ha encargado de elaborar la pieza.

En la parte superior de la obra se vislumbran unas letras que forman parte de un texto que la niña de cinco años –cuatro en el momento en que hizo el dibujo–, copió de una nota que le dejó la pareja de su madre. En ella le decía: «Nos vemos muy pronto, continuamos la aventura de crecer juntos».

Prado explicó que la alfombra se ha realizado con una nueva técnica que combina el «recorteado» propio del nudo turco para aportar tridimensionalidad a la pieza con técnica de tejido de lana. La gran ventaja de esta técnica es «la rapidez en los tiempos de confección», añade la artesana.

La obra forma parte de Mayáutica, un proceso de trabajo más amplio en el que la artista Laura F. Gibellini se nutre de los dibujos de su hija Maya para crear piezas de arte.

La iniciativa, que se expondrá durante la próxima temporada en la galería NF/ Nieves Fernández, está formada por dibujos que la hija de la artista ha realizado entre los 2 y los 5 años. Entre ellos hay piezas de diferentes formatos como esta alfombra, dibujos en papel y otros hechos en cristal soplado.