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12 de septiembre de 2024

Alain Delon como Tom Ripley en A pleno sol de René Clement

Alain Delon como Tom Ripley en A pleno sol (1960) de René ClementGTRES

Alain Delon y tres personajes literarios que engrandecieron su carrera

El actor francés, fallecido el sábado a los 88 años, fue el elegido por grandes directores como Luchino Visconti para dar vida a prestigiosas celebridades de ficción

Muchos dicen que Alain Delon solo fue guapo, pero lo cierto es que, de ser verdaderamente así, grandes directores le imaginaron como el protagonista de grandes obras de literatura. Eso es un aspecto que solo está a la altura de los más grandes, de los intérpretes más versátiles o con mayor número de aristas o perfiles, capaces de encajar en un abanico de papeles icónicos.

No es parecerse a un personaje histórico o novelesco, como Marlon Brando a Napoleón con aquella nariz postiza, sino ser el actor que Tennessee Williams vio en él para ser su Stanley Kowalski sobre las tablas de Broadway. Para empezar ya en A pleno sol, con apenas tres películas en su haber, interpretó a Tom Ripley (el primero que lo hizo de una ya larga colección) de Patricia Highsmith, figura caleidoscópica por antonomasia que la belleza física de Delon, la magnífica novela de la autora y la elegante filmación de René Clement convirtieron en un clásico absoluto.

Alain Delon ya estaba en la historia del cine, además de en la historia de tantas admiradoras y admiradores. Los directores más prestigiosos le querían en sus películas, lo que da una idea de un atractivo inspirador donde no podía haber un mal actor, pese a lo legendario de su guapura. La gallardía no les sirvió a otros tan gallardos para recrear la literatura, como lo hizo él en tantas ocasiones, o incluso para crearla en un director tan literario como Luchino Visconti, que escribió Rocco y sus hermanos pensando en él como Williams escribió su obra El descenso de Orfeo pensando en Brando y en la posible película que al final se haría de ella: Piel de serpiente.

El mismo Visconti volvió a verlo claro como otro gran personaje de la literatura mundial: el Tancredi Falconeri de El Gatopardo en la versión del director italiano de la novela homónima y esplendorosa, la única que escribió, de Giuseppe Tommasi de Lampedusa. No había cumplido los 30 y ya era inmortal en dos personalidades novelescas con pedigrí. Le faltaba ser un héroe de aventuras sin más (y sin menos) y lo fue en El Tulipán negro de Alejandro Dumas en la versión para el cine de Christian Jacque. Patricia Highsmith, Giuseppe Tommasi de Lampedusa y Alejandro Dumas engrandecieron a Delon en su juventud para convertirle, pasara lo que pasara después, en un mito incontestable del cine.

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