Un ladrón entra a robar en un piso de Roma, pero es descubierto al sentarse a leer un libro

El ansia de conocimiento, la necesidad de desarrollar el intelecto y aumentar los horizontes culturales, pueden suponer un disgusto.

Que se lo cuenten, si no, al ladrón que entró a robar en un ático del exclusivo barrio romano de Prati y que, tras encontrar en la biblioteca del propietario un libro que llamó su atención, se puso a leerlo de una manera tan intensa que, finalmente, fue descubierto por el dueño del piso y detenido por la policía.

El suceso apareció en la prensa italiana esta semana. Según informó la Rai, tras encontrar el libro L’Iliade all’ora dell’aperitivo (La Ilíada a la hora del aperitivo), del escritor Giovanni Nucci, el ladrón (de 38 años) se decidió a sentarse a ojear tranquilamente unas páginas.

La Ilíada a la hora del aperitivo es una reinterpretación del clásico de Virgilio donde los protagonistas son los dioses, testigos desde el Olimpo de las aventuras de Eneas y de los otros héroes de Troya.

Escrita con un tono humorístico y pensada para acercar los mitos greco-latinos a los jóvenes, mientras son testigos de las escaramuzas en Troya, los dioses disfrutan de un suculento aperitivo italiano.

Nucci es un popular estudioso y divulgador de la antigüedad greco-latina muy conocido en Italia. Sus libros también se han traducido al español con gran éxito.

Siruela, responsable de la edición en español, se ha hecho eco del suceso con un mensaje en Twitter: «La policía atrapa a un ladrón que entró a robar a un apartamento en Roma porque se quedó a leer La Ilíada a la hora del aperitivo. Le entendemos..., el libro de Giovanni Nucci es magnífico y nosotros tampoco hubiéramos podido parar de leer…».

Sin embargo, lo que iba a ser una ojeada rápida al libro se alargó demasiado en el tiempo. Ensimismado en la lectura, el ladrón dio tiempo al dueño del piso, en la Via Carlo Mirabello, a regresar.

Al sorprender al ladrón en la habitación leyendo tumbado en su cama, el dueño llamó rápidamente a la policía, que procedió a detener al intruso.

Según su declaración ante el juez, el ladrón afirmó que «no quería robar».

«Entré en el edificio subiendo desde un balcón del primer piso para reunirme con una persona que conozco, pero mientras subía por la escalera comunitaria me caí y me hice daño en el pie», aseguró.

«Para recuperarme de la caída me senté en una terraza donde había sillas. Pensaba que la habitación era un piso turístico porque desde la ventana vi una cama sin hacer», declaró en una versión que, como mínimo, resulta inverosímil.