La alfombra de 1,2 toneladas de Notre Dame que se salvó del incendio
Fue encargada por el rey Carlos X en 1825 y rescatada de las llamas que devastó el emblemático monumento el 15 de abril de 2019
El incendio de Notre Dame de París destruyó una parte importante del patrimonio arquitectónico, artístico y religioso de la catedral, pero el trabajo de los bomberos, además de evitar daños personales, permitió salvar muchos otros, en particular la estructura del edificio. Entre los objetos que se pudieron rescatar a tiempo se encuentra una alfombra de 1,2 toneladas y la más grande jamás tejida en Francia. Este tesoro del patrimonio volverá a instalarse en la catedral para su reapertura este 8 de diciembre.
Tejida entre 1825 y 1833 en la Real Fábrica de Savonnerie, anexa a la Fábrica de Gobelins, esta monumental alfombra de coro de casi 200 metros cuadrados fue encargada por el rey Luis XVIII y confeccionada bajo el reinado de Carlos X, que ya había regalado un tapiz de Aubusson a la catedral de Reims tras su coronación. Con este gesto, el monarca francés quiso restaurar el prestigio de la seo de París dedicada a la Virgen María.
La alfombra sólo se utilizó en ocasiones especiales, como la boda de Napoleón III y Eugenia de Guzmán el 30 de enero de 1853, el bautizo del Príncipe Imperial el 14 de junio de 1856, la visita de Nicolás II Zar de Rusia en octubre de 1896 , la primera misa por televisión el 24 de diciembre de 1948 o la visita del Santo Padre Juan Pablo II el 30 de mayo de 1980.
Con el incendio se temió que este precioso testigo de la historia de Notre-Dame se perdiera para siempre al no tener noticias del estado de la obra durante varios días hasta que el Mobilier National anunció oficialmente su rescate el 26 de abril.
«Temíamos que se pudriera. Tras el incendio, fue una carrera contrarreloj por todas partes y había muchas otras prioridades. Seis días después del incendio –un tiempo incompresible– nuestros equipos recibieron la autorización y lo llevaron a nuestros almacenes al sur de París», declaró a AFP Hervé Lemoine, director del Mobilier National.
Esta institución, que ha sido una verdadera guardiana del patrimonio artístico de la tradición francesa, también es la responsable de la conservación del gigantesco tapiz. Un primer informe de su estado reveló que la alfombra había sufrido humedad provocada por el agua vertida por los bomberos, y que se había deteriorado debido al vapor de plomo y a los depósitos de hollín. Tras su rescate, la alfombra ha sido objeto de una importante campaña de restauración y de estudio para arrojar luz sobre esta obra maestra poco conocida.