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Vista aérea de la plaza de toros mexicana Plaza México

Vista aérea de la plaza de toros mexicana Plaza MéxicoAntonio Ochoa

El mundo del toro en México promete dar la batalla jurídica ante la imposición de las «corridas sin sangre»

El Congreso de la Ciudad de México logró sacar adelante la reforma legal que regula la tauromaquia

El Congreso de la Ciudad de México aprobó el martes las «corridas de toros sin sangre», una imposición que, para muchos, implica una prohibición de la tauromaquia por la puerta de atrás que implicará una lenta agonía de la fiesta hasta su total desaparición.

La nueva regulación implica que no se podrá matar al toro, pero, además, se prohíben el tercio de varas y el tercio de banderillas. Para empresarios, toreros y ganaderos, esta regulación implica eliminar la esencia de la tauromaquia y convertir las corridas en un mero espectáculo circense desprovisto de cualquier aspecto cultural.

El mundo del toro en México, sin embargo, no se ha quedado de brazos cruzados ante lo que consideran un atropello.

Aficionados y promotores se han apresurado a protestar por la medida y han puesto en duda la legalidad de la medida.

El director de la organización Tauromaquia Mexicana, Pepe Saborit, dijo a Efe que el próximo paso de los taurinos será «realizar una lucha jurídica acudiendo a todas las instancias».

Mientras que entre los toreros presentes en la protesta estaba Juan Pablo Sánchez, quien declaró estar «totalmente en contra» de la modalidad de corridas sin sangre que se promulgará en la capital mexicana tras la reforma.

El diestro dijo que pronto se reunirá la Asociación de Matadores de Lidia de para llegar a una postura única.

La eliminación de la muerte del toro, una reforma respaldada por la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Clara Brugada, se aprobó este martes entre medidas de seguridad en la capital, donde está la Plaza México, el mayor recinto taurino del mundo.

La preocupación de las autoridades surgió por las convocatorias de aficionados a la tauromaquia y detractores, lo que motivó un despliegue policial desde primeras horas de la mañana.

En los alrededores del Congreso local estaban congregados aficionados, matadores, ganaderos y otros representabas de la tauromaquia.

El enfado de los profesionales del arte de cucharas, por lo que consideran una ley que acaba con su oficio y redactada sin su conocimiento, provocó que algunos intentaran acceder al interior del Poder Legislativo de la capital.

El altercado terminó con los picadores Cesar y Daniel Morales detenidos tras sufrir golpes de elementos antidisturbios, según denunciaron.

La tensión fue en aumento hasta que alrededor de las 10:30 horas se produjo la votación, en la que solo el diputado Pedro Haces Lago, del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y ganadero bravo, votó contra la propuesta.

«Reconozco que la tauromaquia enfrenta desafíos, que las nuevas generaciones observan esta con mucha cautela, sin embargo, las prohibiciones o modificaciones sin conocimiento nunca han sido soluciones sostenibles ni viables», expresó el legislador al intervenir en el Congreso local.

El legislador salió para reunirse con los taurinos presentes y convocó a cinco matadores, más empresarios y ganaderos, para llevarles a una mesa de trabajo improvisada con funcionarios del Gobierno de Ciudad de México.

Pero a la salida de la reunión los taurinos mostraron su descontento. Salvador Arias, asesor jurídico de Tauromaquia Mexicana, dijo a Efe que la recepción improvisada fue una «pérdida de tiempo».

Los taurinos escucharon a la consejera, pero la postura del Gobierno parece inamovible. La consejera accedió a atender las reservas al texto de ley presentadas por Haces Lago, como quitar las fundas a los pitones del toro y no devolver los astados a las ganaderías.

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