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La 'Transfiguración' restaurada por el Prado fue encargada a Guilio Romano y Gianfrancesco Penni a partir del original de Rafael .

El Museo del Prado expone la 'Transfiguración' tras dos años de restauración

Tras más de dos años de restauración, el Museo del Prado ha vuelto a exponer la Transfiguración, de Guilio Romano y Gianfrancesco Penni a partir del original de Rafael que se conserva en los Museos Vaticanos.

Según ha informado el Museo del Prado la obra, que es la pintura sobre tabla más grande y más pesada de la pinacoteca, ha sido sometida a una restauración integral que ha afectado al soporte, a la capa pictórica y al marco.

La obra, que vuelve a estar expuesta en la sala 49 del edificio Villanueva de la pinacoteca del Prado, dedicada a la Escuela Italiana del siglo XVI, fue encargada por Giulio de Médicis y decoró la iglesia del Santo Spirito degli Incurabili en Nápoles antes de su llegada a Madrid.

La pintura es una copia bastante exacta del original rafaelesco, aunque omite casi todos los detalles del paisaje y la vegetación.

Una restauración muy compleja

Transcurridos casi doscientos años desde la última intervención, la restauración ha sido muy compleja por el gran tamaño del cuadro (4,02 por 2,67 metros y su peso de 550 kilos: 300 de la tabla y 250 del marco). La obra presentaba daños importantes en la estructura de los paneles, muy agrietados, y en el color, con una fuerte oxidación en los barnices y retoques.

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La 'Transfiguración' de Guilio Romano y Gianfrancesco Penni'

La restauración estructural de la obra ha sido financiada por la Getty Fundation, y dirigida por José de la Fuente, restaurador de soportes del Museo Nacional del Prado, con el apoyo de George Bisacca del MET y dos becarios, Gert van Gervent, de Países Bajos, y Alberto di Muccio, de Florencia (Italia).

La intervención en la capa pictórica, realizada por Eva Martínez, restauradora de pintura del Museo Nacional del Prado, ha consistido en la eliminación de los numerosos estucos aplicados en grietas y juntas, que cubrían parte de la pintura original e impedían el acceso al soporte para la intervención en el mismo.

Después, se ha procedido a la eliminación de los barnices oscurecidos y la retirada de los numerosos retoques realizados en la intervención anterior, lo que ha sido fundamental para recuperar la belleza y el esplendor de la obra, ya que el envejecimiento de los colores y el exceso de intervención que impedían ver su luminosidad, la precisión del modelado y la transparencia de las veladuras.

También ha sido restaurado el marco de madera de pino y oro, realizado en el siglo XIX por Mayte Camino, restauradora de marcos del Museo Nacional del Prado, para recuperar su aspecto original.

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