Llega al Museo del Prado el Ecce Homo «perdido» de Caravaggio
Una casa de subastas madrileña lo tasó en 1.500 euros al pensar que el autor era un miembro de la escuela de José de Ribera
El Ecce Homo de Caravaggio que casi fue vendido por 1.500 euros en una subasta al pensarse que era de un pintor menor, se exhibirá a partir de esta semana en el madrileño Museo del Prado.
Se trata de un cuadro de «valor extraordinario», «perdido» durante años, y que representó «uno de los mayores descubrimientos de la historia del arte» al ser certificado como obra del maestro italiano.
Así describe la obra de 400 años el Museo del Prado, que lo mantendrá expuesto desde este martes hasta octubre, gracias a la «generosidad de su nuevo propietario», al cual no identificó, y quien aceptó cederlo en «préstamo temporal».
Pintado entre 1605 y 1609, el Ecce Homo («He aquí el hombre» en latín) representa a Cristo de manos atadas y corona de espinas en la cabeza, cuando fue presentado por el gobernador romano Poncio Pilato al pueblo con esas palabras.
Según los expertos, este óleo sobre lienzo de tamaño reducido formó parte de la colección privada del rey Felipe IV de España, antes de ser expuesto en los aposentos de su hijo Carlos II.
Legado a la Real Academia de San Fernando, en Madrid, fue recuperado en 1823 por el diplomático español Evaristo Pérez de Castro Méndez, quien lo intercambió por otra obra. A partir de entonces, perteneció a su familia.
En 2021, una casa de subastas madrileña lo tasó en 1.500 euros al pensar que el autor era un miembro de la escuela de José de Ribera, pintor español de la primera mitad del siglo XVII conocido por sus composiciones religiosas.
Alertado por expertos, el Museo del Prado dio la voz de alarma ante las «evidencias documentales y estilísticas suficientes» que hacían sospechar que era de Caravaggio.
Preventivamente, el Ministerio de Cultura español bloqueó la subasta, una medida tomada en el último minuto que rescató del olvido al cuadro, posteriormente certificado por especialistas como obra del maestro italiano.
Antes de llegar al Prado, que lo mostrará en una «instalación individual especial», el cuadro fue completamente restaurado, bajo la dirección del especialista Andrea Cipriani.
Según medios españoles, la pintura fue comprada por 36 millones de euros por su nuevo propietario, un ciudadano británico residente en España, y podría permanecer expuesta al público tras su paso por el Prado.
«El cuadro no va a acabar en casa del comprador», porque este quiere que «esté en colecciones públicas, de momento, en forma de préstamo», explicó Jorge Coll, responsable de la galería a cargo de su venta.