«Curso de escritura creativa». El oficio y arte de escribir según Sanderson

De un escritor que es capaz de publicar cinco libros en dos años, y de conseguir 20 millones de dólares en crowfunding para lanzar sobre seguro sus próximas cuatro novelas, te esperas que sea un acólito del peor capitalismo editorial, ese que somete y condena la literatura al utilitarismo con el único objetivo de forrarse a toda costa y producir libros a docenas como los churros.

Sin embargo, uno escucha y lee a Brandon Sanderson hablar de su oficio como escritor, como el que te cuenta lo bien que se lo pasó jugando a las Magic –su hobby– una tarde de fin de semana. Es decir, Sanderson escribe por gusto, por pasión, por vocación. Sanderson está forrado, pero para él estar forrado y forrarse con su literatura no es lo más importante.

Esta es sin duda la gran enseñanza que contiene y recorre su Curso de escritura creativa, ensayo que reúne las lecciones que ha impartido sobre el tema durante casi veinte años en la Universidad Bringham Young (Utah) –lecciones que también se pueden ver, en doce entregas de hora y pico, en YouTube–. Es lo mejor y más fundamental que se le puede transmitir a quienes quieran o intenten ser novelistas. En palabras del propio Sanderson: «Si queréis contar historias, hacedlo. No hagáis caso a quienes dicen: «tienes que ser de los pocos elegidos». Contad vuestras historias. Contadlas del modo en que queráis contarlas».

Que viene a ser: «escribid, escribid por el placer de escribir, eso os hará mejores». Si tenéis que ser pobres, al menos seréis mejores.

Sin recetas

La mayor parte de los esfuerzos de Sanderson en esta suerte de manual van destinados a ofrecer las prácticas a potenciar y a evitar en tres apartados clave de las construcción del relato: la trama, los personajes y la ambientación. No hay recetas, tan solo aquello que a él le ha funcionado: «quizá os interese más dejaros aconsejar por mí que imitar mis decisiones […]. Lo que pretendo ilustrar es que tendréis que averiguar qué os funciona».

Los ejemplos de que se rodea para modelizar vienen de la literatura y el cine de fantasía y ciencia ficción; de la literatura, mucho de La rueda del tiempo de Robert Jordan –saga que el mismo Sanderson se encargó de concluir por encargo– y otro poco de sus contemporáneos: George R. R. Martin, Patrick Rothfuss, N. K. Jemisin...; del cine, mucho Star Wars, porque, ¿quién no conoce Star Wars?–. Tampoco faltan los ejemplos de su propia obra, lo que permite al lector consumado de Sanderson descubrir muchos de los sortilegios narrativos de su obra, pero nos deja también con más de un spoiler (!) y cierta falta de contexto para quienes no le hayan leído todavía –aunque, por otra parte, ¿quién que no haya leído a Sanderson querría leer un libro de Sanderson sobre escritura?–.

Es quizá un ensayo acompañado del filtro para fans, si bien contiene, en su mayor parte, enseñanzas universales acerca del uso de arquetipos, arcos narrativos, construcción de personajes, y un interesante apartado final acerca del funcionamiento del mundo editorial, visto desde la perspectiva de uno de los autores más prolíficos y exitosos de nuestros días, pero también uno de los más modestos y joviales. De esa actitud también se aprende para escribir bien.