Defensa de los clásicos vivos: Gonzalo Hidalgo Bayal

No es fácil encontrar ensayos tan totalizadores dedicados a un autor vivo. En el mundo académico corre la tradición de no arriesgarse a escribir un ensayo de fondo dedicado a la creación de un autor activo. Se suma el doble argumento de la obra inacabada y de la necesidad de que el tiempo, como le sucede al vino, distinga lo bueno de lo malo. Pienso que el motivo de fondo, o al menos coadyuvante a los anteriores, es el del riesgo que se corre de que el estudiado contradiga, con su propia palabra, la interpretación mejor trabajada. Calvo Revilla no ha tenido miedo a ser contradicha, ni que el tiempo le quite la razón porque, según me parece, está en su voluntad ayudar a que el tiempo canonice a Hidalgo Bayal.

Porque el autor extremeño es uno de los casos más notorios de la disociación entre fama y calidad (me refiero a mucha calidad y poca fama, de lo contrario tenemos demasiados ejemplos). El éxito le llegó con los cincuenta bien cumplidos, y no es que fuera autor tardío, pues muchos de sus libros ya estaban publicados en ediciones hoy inencontrables. Desde 2006 Tusquets le publica todo lo que escribe e incluso ha rescatado mucha de su obra anterior. Tal vez este tardío reconocimiento provoque cierta confusión a la hora de encuadrarlo en su generación, tal vez también por eso la profesora Calvo ha decidido dedicarle un libro con el que cubrir ese vacío.

La autora de este ensayo demuestra tener un conocimiento casi memorístico de la obra de Bayal. Interrelaciona textos con la prodigalidad y el acierto de quien los tiene muy bien leídos (como bien dice en más de una ocasión, la obra del extremeño hay que leerla varias veces). Este conocimiento es especialmente notorio en el obligado capítulo biográfico, más allá que contar unos datos más o menos conocidos, la autora utiliza su obra para descubrir los grandes acontecimientos de la vida de Bayal, aquellos tan importantes que ha tenido un trasunto en su ficción.

Su historia es el relato de toda una generación de españoles: Nació con el medio siglo en Higuera de Albalat, provincia de Cáceres. Hijo de labradores, su afición a la lectura fue vista con desconfianza por la familia. Se formó en el seminario de Plasencia y trabajó desde niño en diferentes oficios, pero su vocación cultural era clara. Marchó a Madrid becado a estudiar Filosofía y Letras y Comunicación: quería ser director de cine, pero antes debía ganar dinero, así que se dedicó a la docencia hasta llegar a catedrático de Instituto en Plasencia.

Un deambular circular no solo trabaja su obra narrativa. En su afán globalizador no se olvida de una parte importante de la obra de Bayal: sus textos teóricos, sin los que sería difícil desentrañar el resto de su obra. Las influencias de Ferlosio, Kafka, Faulkner y Sartre entre otros dan claves de su obra y de su poética. El libro comienza trabajando esos textos en los que el autor explica a otros autores mientras se explica a sí mismo. El resultado que se aprecia al leer a Calvo es el de una obra total, donde partes (cada texto) están fabulosamente imbricadas en el resto gracias a lugares comunes (Murania), juegos idiomáticos (palíndromos) y temática compartida (desencanto vital).

Aunque el libro trata de la obra completa de Bayal, Calvo le dedica una atención especial a algunas novelas concretas. Especialmente detallado es el capítulo dedicado a El espíritu áspero, aunque le van bien a la zaga los siguientes capítulos, dedicados a Nemo y La escapada.

Un deambular circular es una aportación esencial al estudio de la narrativa española actual, por lo que es imprescindible para el mundo académico, pero no solo. Los lectores del Hidalgo Bayal, que son muchos e intuyo que cada vez serán más, disfrutarán de este libro que desentraña con tanto acierto la exquisita obra del autor.