La nueva ley del Teatro Real: Cultura le da más autonomía y lo equipara a otras entidades culturales

El Consejo de Ministros ha aprobado un anteproyecto de ley reguladora de la Fundación del Teatro Real que, principalmente, dará más libertad en su gestión: en concreto, en lo que tiene que ver con las contrataciones de los artistas (aunque abarca muchas otras materias).

Este reconocimiento equipara la institución a otras entidades culturales como la Biblioteca Nacional o el Museo del Prado. que ya contaban con leyes similares. Además, sitúa al Teatro Real a la altura de las organizaciones culturales más importantes de España.

Con esta nueva ley también se entra a definir el régimen jurídico y los objetivos de la sede del Teatro Real, además de su organización, el régimen personal y patrimonial, sus partidas presupuestarias y sus balances económicos y financieros. El objetivo de la ley es regular «las peculiaridades propias y necesarias para que desarrolle de forma óptima la promoción, impulso y difusión de las artes líricas, musicales y coreográficas».

Seis presidentes en diez años

El presidente del Patronato de la Fundación del Teatro Real, Gregorio Marañón, se ha mostrado satisfecho ante la aprobación de esta ley, que ha calificado como «conveniente». Esta es «una medida necesaria» que no se ha podido concretar hasta ahora y cuyo planteamiento no pudo plantearse hasta el 2008 debido a los numerosos presidentes que estuvieron al frente de la institución desde su inauguración: en los primeros diez años desde la apertura, la Fundación ha tenido seis presidentes de diferentes partidos políticos y con distintos intereses propios.

Desde finales de 2007, los presidentes, propuestos por el ministro de Cultura, son elegidos por el mismo Patronato en periodos de cinco años. Asimismo, los patronos son seleccionados por el ministerio de Cultura (la mayoría), la Comunidad de Madrid y por el Ayuntamiento. Un modelo que ha dotado de cierta estabilidad a la gestión del Teatro durante estos años y lo ha profesionalizado llegando a ser la institución de las artes escénicas y musicales más importantes del país.

El Gobierno, con el apoyo del PP, ha decidido tramitar una ley específica que ayudará a la gestión del teatro sin que se pierda su carácter público. Marañón agradece el consenso en este asunto y destaca que «desde el año 2008 todos los acuerdos del Patronato se han tomado por unanimidad, pese a la presencia de Administraciones Públicas de distinto signo político».

En el texto se propone incluir el Teatro Real junto al Museo del Prado, la Biblioteca Nacional y la Filmoteca Española en la disposición adicional decimocuarta de la Ley 14/2011, del 1 de junio, de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. Con esto se pretende impulsar el papel innovador y tecnológico de estas instituciones para mejorar su accesibilidad en remoto.