Fundado en 1910
Imagen de No me toques el cuento

Imagen de No me toques el cuento

La visión «feminista» de los cuentos clásicos donde La Bella Durmiente bebe y Blancanieves toma pastillas

No me toques el cuento es la versión de Olivia Lara Laguna sobre cuatro princesas que se estrena el próximo 19 de noviembre en Orense después de su reciente paso por Madrid

La autora de esta comedia «feminista y gamberra», Olivia Lara Laguna, se hizo muchas preguntas para crearla. Es una obra creada con respuestas a unas preguntas, como por ejemplo: «¿Realmente Blancanieves tenía ganas de limpiar la campaña de los enanitos y ser todo el rato tan idiota, infantil y cuidadora?».

Además de responder a sus propias preguntas en las que insulta no se sabe muy bien por qué (o sí) al personaje, Lara Laguna afirma que no está haciendo ninguna versión, sino que está haciendo unos cuentos nuevos. Debe de ser la última moda, no solamente tergiversar los relatos de otros, sino, tergiversándolos, decir que lo que se hace es «crear».

El cuento y la vida

Otra de las preguntas (capciosas, cabría decir, o retóricas) es: «¿Si esas mujeres no fueran creadas así y pudieran tener voz propia, qué dirían de su cuento y su vida?». Otra pregunta que cabría hacerse y que no se hace la autora es ¿por qué una mujer de principios del XIX, año de la publicación de Blancanieves de los hermanos Grimm, tendría que hacerse esa pregunta?

Está muy bien que esa pregunta se la haga Olivia Lara Laguna en 2023, ¿pero es propio de una mujer en 1812? La cosa se entiende porque la creadora de No me toques el cuento cree y afirma públicamente que estos cuentos infantiles «Se han utilizado para adoctrinarnos a nosotras desde muy pequeñas».

Princesas «libertinas»

Por lo visto cuatro princesas se reúnen, además de Blancanieves y la Bella Durmiente, también Bella (de La Bella y la Bestia) y Cenicienta, y hablan y entonces se enfadan por los roles que les ha tocado vivir. De tal modo que Blancanieves empieza a tomar pastillas y La Bella Durmiente bebe. También dicen palabrotas, hablan mal, de modo soez, y son «libertinas» en palabras de la autora, quien afirma que lo que busca con estas transformaciones es la risa. Menuda risa.

comentarios
tracking