La bailarina y directora artística Tamara Rojo
Tamara Rojo, la mejor bailarina de ballet española de todos los tiempos, cumple 50 años
En el Royal Ballet de Londres se convirtió en leyenda durante más de una década, a la que siguió, y sigue, su etapa, también triunfal, como directora artística
El destino de Tamara Rojo era ser la primera bailarina en todas partes. Lo fue al principio de todo en la compañía de Víctor Ullate, donde empezó a los 9 años. A los 17 ya era la mejor y la principal. Tres años más tarde se presentó al certamen internacional Gran Prix de la Ville de París, donde interpretó una variación de La Sylphide por la que ganó la medalla de oro por unanimidad aplastante del jurado. Una elegida que a los 20 años ya brillaba.
Era 1994. Por entonces Galina Samsova, antigua estrella inextinguible del London Festival Ballet y directora del Scottish Ballet, la invitó a Glasgow y de la ciudad escocesa, como la propia Samsova, que volvió al Londres de su leyenda, fue nombrada bailarina principal del English National Ballet y ese mismo año, 1997, elegida Bailarina Revelación del Año por The Times.
Tres años después, de un salto apoteósico, cayó de puntillas, como una pluma, o como una flecha, en el Royal Ballet de Londres. Allí la que ya había sido Julieta y Clara se convirtió en leyenda durante más de una década como estrella absoluta del ballet real inglés, volviendo a ser la primera sin fin. Una fortuna que comenzó de niña buscando «un sitio donde no hubiera ruido».
El English National Ballet la volvió a reclamar como directora artística en 2012, la renovación, el Achtung Baby de Tamara Rojo para seguir siendo la mejor sin discusión. Allí quiso mantener (y lo consiguió) la esencia imperdible de los clásicos con aires nuevos que pasaron el corte de la pureza inviolable, como sucedió con Giselle. Bajo su dirección, el ballet nacional inglés actuó por primera vez en la Ópera de París con El Corsario de Lord Byron y de Verdi.
Ha ganado todos los más prestigiosos premios, desde el Príncipe de Asturias o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, a la Medalla de Comandante de la Orden del Imperio Británico. También doctora con sobresaliente Cum Laude por su tesis titulada Perfil Psicológico de un Bailarín de alto nivel, continúa con su carrera imparable sin dejar de ser la mejor, ahora como directora artística, desde 2022, del San Francisco Ballet, el penúltimo salto de la mejor bailarina española de ballet de todos los tiempos y una de las mejores de la Historia. La gran figura artística que solo cumple 50 años.
