El Barça recupera el carácter para empatar la final

El Barça empató la final de la Liga Endesa de baloncesto al derrotar este miércoles al Real Madrid en el Palau Blaugrana (71-69) en el segundo partido de la serie, un duelo de máxima igualdad y exigencia física que se decidió en el último minuto con dos tiros libres anotados por Cory Higgins.

Fabien Caseur estrelló en el hierro el triple que habría supuesto la victoria madridista, en un encuentro que certificó la recuperación barcelonista antes de que la serie se desplace a la capital española para la disputa de los próximos dos partidos.

El cuadro azulgrana se repuso tras un mal inicio (0-8), igualó la contienda al descanso (43-43) y terminó el tercer periodo con una renta pírrica (56-54) frente al aguerrido Real Madrid, que jamás se rindió y llegó a igualar una desventaja de ocho puntos en el último cuarto.

Nikola Mirotic, con 20 de sus 26 puntos en la segunda parte, lideró el ataque del Barça, mientras que Guerschon Yabusele fue el máximo anotador en el cuadro blanco (16). Esta vez, la batalla por el rebote quedó empatada a 39.

El técnico del Barça, Sarunas Jasikevicius, volvió a descartar a Dante Exum y recuperó a última hora a Sertac Sanli, mientras que Chus Mateo, a cargo del banquillo blanco por la ausencia de Pablo Laso, convocó al canterano Ndiaye por en el lugar del lesionado Anthony Randolph y reapareció Sergio Llull.

El Real Madrid construyó la ventaja inicial cerca del aro (0-8, min.3) frente a un Barça que erró sus seis primeros tiros de campo (2-12, min.5). El ataque azulgrana se activó bajo la dirección de Nico Laprovittola y Rokas Jokubaitis (13-17, min.10), acompañada por una mejoría defensiva coral que atascó al cuadro blanco, sin acierto exterior (1 de 9 primer cuarto, 2 de 16 al descanso).

Los madridistas cogieron oxígeno gracias a un triple de Adam Hanga y el poderío de Vincent Poirier, con un tapón y una canasta, (15-22, min.13), pero los azulgranas empataron (24-24, min.15), impulsados por seis puntos seguidos de Brandon Davies.

En un contexto de igualdad en la parcela física, en el que había que sudar cada punto, el Barça tomó ventaja con una bandeja de Nick Calathes (26-24), pero la garra Alberto Abalde y Guerschon Yabusele (10 puntos, máximo anotador al descanso), junto con el rebote ofensivo (7), equilibró la contienda al descanso (32-32).

La conexión entre Calathes, que recibió dos puntos en el pómulo tras un choque con Davies, y Nikola Mirotic alimentó tras el receso al cuadro azulgrana, pero el Real Madrid, siempre agresivo y con el aro entre ceja y ceja, lideraba con ventajas mínimas (44-46, min.25).

La irrupción de Llull, con cinco puntos seguidos (46-25, min.27), fue replicada con otros tantos de Mirotic, y Laprovittola puso por delante al Barça al final del tercer cuarto (56-54) con un 2+1 que hizo rugir al Palau Blaugrana.

El peso de los aficionados

El aliento de la afición insufló energía al Barça, que con un contraataque de Jokubaitis y dos triples de Mirotic y Higgins alcanzó su máxima ventaja (65-57, min.33), reducida en un pestañeo mediante Yabusele, Causeur y Tavares (65-65, min.35).

El cuadro catalán se encasquilló en el peor momento, con ocho tiros fallados de forma consecutiva, pero resistió a base de defensa. Mirotic y Tavares desbloquearon el marcador, que llegó empatado al minuto final (69-69).

Higgins, con dos tiros libres, adelantó a los azulgranas a falta de 27.5 segundos y, en el último suspiro, Causeur falló el triple que habría supuesto la victoria madridista. Las finales se trasladarán a la capital española con empate, 1-1.