La fobia de Deschamps con los jugadores del Real Madrid que le está costando caro a Francia

Antes del inicio de la Eurocopa, todo el mundo tenía muy claro que Francia iba a ser la gran candidata a llevarse la copa a casa por el hecho de haber ganado el Mundial del 2018 y de contar en sus filas con una estrella mundial como es el caso de Kylian Mbappé, capaz de resolver los partidos cuando las cosas pintan mal.

Pero nada de esto se ha cumplido en lo que va de Eurocopa. Las expectativas se han tornado en decepciones y Francia se ha tenido que conformar con quedar segunda en un grupo que debería de haber dominado con mucha facilidad viendo los rivales a los que se tenía que enfrentar. Austria y Polonia eran dos cenicientas y Países Bajos no está en el mejor de sus momentos. La culpa de este bajón galo tiene nombre y apellidos. Aunque no se quiera reconocer, el ciclo de Didier Deschamps al frente de la selección francesa se está empezando a acabar y esto se está notando en el juego del equipo.

La fase de grupos de Francia se resume en una clasificación como segundo con cinco puntos y tan solo dos goles a favor, unos registros bastante pobres teniendo en cuenta el arsenal ofensivo con el que cuenta el equipo galo. Está claro que Mbappé, Griezmann, Dembélé y Thuram no están en su mejor momento, pero con la calidad que atesoran deberían de desatascar esos partidos que se le han hecho bola al combinado 'bleu'.

La Francia de Didier Deschamps tiene bastantes problemas. Defensivamente hablando, la selección concede demasiadas ocasiones. Bien es cierto que no han encajado ningún gol hasta el momento, pero los Upamecano, Saliba, Koundé, Konaté y compañía son un flan atrás y si Polonia, Austria y Países Bajos le han puesto en apuros en varias ocasiones, todo hace indicar que en cuanto lleguen los partidos fuertes no van a estar a la altura.

Deschamps tiene en el banquillo varias opciones, pero a la hora de la verdad el seleccionador francés no confía en futbolistas del nivel de Eduardo Camavinga y de Ferland Mendy, dos jugadores diferenciales en sus puestos y que saben de primera mano lo que es el éxito. Lo mismo pasa con Tchouaméni. Y en estos casos, Deschamps prefiere tirar de futbolistas como Rabiot, Theo Hernández y, en menor medida, Youssouf Fofana.

El otro gran déficit del combinado francés es que no funcionan como equipo y esto en un torneo tan corto como la Eurocopa se antoja fundamental. Para superar partidos espinosos, la fuerza del grupo es vital y Francia, con tanta estrella en sus filas, no está siendo capaz de tener esa sintonía que sí tienen, por ejemplo, España y Alemania, dos selecciones que han respondido a las expectativas.

La gran baza a la que se aferraba Francia en la presente Eurocopa era la figura de Kylian Mbappé, un futbolista diferencial cuando se pone la camiseta del gallo. Sin embargo, el actual jugador del Real Madrid no está cuajando ese torneo que él soñaba y tampoco parece que se le vaya a esperar. Bien es cierto que la fractura de nariz le ha lastrado mucho, pero el que es diferencial lo tiene que demostrar. Y con tan solo un gol en lo que va de torneo, el francés está lejos de su mejor nivel.

A todo esto hay que añadirle que Francia ha caído encuadrada en el camino más duro en la Eurocopa. El quedar segunda de grupo le ha hecho enfrentarse en octavos a Bélgica. Bien es cierto que la selección de Tedesco está a un nivel bajo pero, visto lo visto con Francia, Lukaku y De Bruyne pueden poner en apuros a Mike Maignan (imbatido hasta la fecha).

Francia debería vencer a Bélgica. Por nivel de futbolistas y por favoritismo. No obstante, un mal día de la selección francesa puede costarles caro, como ya sucedió en 2021 con Suiza en la tanda de penaltis. El inconveniente viene a partir de los cuartos de final. Si gana a Francia, los de Deschamps se enfrentarían previsiblemente a Portugal, una selección muy bien trabajada y con una capacidad ofensiva y defensiva fantástica. Ya en semifinales, esperaría el ganador del duelo de cuartos que debería enfrentar a España con Alemania.

Personalidades del fútbol francés ya han empezado a criticar a Deschamps. El exjugador Petit ha cuestionado el periodo del francés al frente de la selección: «Doce años de un discurso, de una manera de hacer, de motivación, de discusiones en el vestuario. No sé si un entrenador debe durar tanto, aunque tenga enormes cualidades, al cabo de un tiempo, el discurso y la renovación es complicado. Es el desgaste del poder. A estas alturas, en medio de un contexto tan popular como el fútbol, creo que quedarse doce años ya es mucho. Siempre pensé que era demasiado».