El Barça tiene al Madrid de ahijado. Y viceversa
El Madrid se está portando con el Barça para que le den una de las medallas que le quitaron a Franco. A las ayudas con las palancas, el silencio con lo de Negreira, esto de hoy
Sí, sí. Le gana jugando bien, recuerden Arabia, o como ahora. Llegó con bajas ilustres y decidió arremangarse. No se despistó, cazó el gol –error gordo de Camavinga– y vente p’aca, nene. Que te pongas como ye pongas te voy a llevar al huerto.
En años no se vio tan dominado como hoy en el Bernabéu. Un 36% de posesión. En la vida le vimos atacar menos. Total, 0-1. Dame pan y dime tonto. ¿Una patada al estilo? Siempre podrán confesarse esta misma mañana.
Primera derrota del Madrid en el Bernabéu este curso. Claro: sin tirar a puerta, con una que te comas palmas. Tirar… El Barça hizo lo que muchos llevan haciendo en el Bernabéu: cerrarse porque saben que al Madrid le cuesta abrir el partido. El Barça fue más Osasuna, que lleva cuatro o cinco empates seguidos en el coliseo blanco, que el City. Más el Cádiz que el United. Resultado: ganó. El ahijado hizo cinco goles en Anfield –el Liverpool te ataca y deja espacios– y lleva dos partidos en casa con uno y lo metió Álvaro, la cantera. Como diría el presidente Núñez, tenemos un ‘poblema’.
El Madrid se está portando con el Barça para que le den una de las medallas que le quitaron a Franco. A las ayudas con las palancas, el silencio con lo de Negreira, esto de hoy… Venían los tíos con un tembleque gordo y le han dado oxígeno. Y media final. No tiene consistencia ni la sangre en el ojo de otras veces, la del año pasado sin ir más lejos. No hace falta recordar a Camacho, Ramos o Raúl. Estos lo han hecho. Igual es que el momento culé les da cierta penita. A todo el club, digo.
Es un Madrid contemplativo. Sólo cambia cuando la pelota le llega a Vinicius. Lo demás es un tuya-mía irritante. El resumen es definitivo: rara vez dejas tu puerta a cero y marcar te supone un mundo. Un Madrid raro, rarísimo. Su entrenador tampoco da con la tecla milagrosa.
