La increíble historia de Costa de Marfil en la Copa de África: de cesar a su técnico a llegar a la final

En un país como España, dónde el aficionado promedio está acostumbrado a ver fútbol de primer nivel, la Copa de África es un torneo poco seguido, poco interesante de ver y que carece de ese impacto mediático que sí pueden tener, por ejemplo, competiciones como la Champions League o, sin ir más lejos, la propia liga española. Pero la 34ª edición del torneo africano está teniendo ese componente de locura que siempre genera una atención adicional.

Y, precisamente, ha sido Costa de Marfil –la anfitriona del torneo– y una de los mejores equipos del continente africano, la selección que ha experimentado, en sus propias carnes, la locura de este torneo. Vayamos por partes. Porque la historia tiene miga. La selección africana se vio las caras en la fase de grupos contra Nigeria, Guinea Bisáu y Guinea Ecuatorial.

Empezó el torneo con el técnico francés Jean-Louis Gasset y ganó el primer partido contra Guinea Bisáu por 2-0. Hasta aquí todo correcto. Debut con victoria de la selección anfitriona del torneo y primeros tres puntos para su casillero. Sin embargo, la derrota por 0-1 frente a Nigeria y por 0-4 ante Guinea Ecuatorial provocó un cambio de planes. Perder el partido de esa manera acabó con la paciencia de Gasset. El técnico galo consideró que caer de esa forma había sido humillante tomó la decisión de dimitir.

Sin tiempo que perder, la Federación de Fútbol de Costa de Marfil, comandada por Yacine Idriss Diallo, tomó la decisión de nombrar como seleccionador interino a Emerse Faé, de 45 años, y que había sido futbolista profesional, para salvar el honor de la selección.

Costa de Marfil acabó la fase de grupos en tercer lugar con tres puntos. Los milagros y el fútbol han ido de la mano a lo largo de toda la historia del deporte rey, pero hay algunos que, por su magnitud, rompen los límites de todo lo imaginable. Y eso fue exactamente lo que le sucedió al equipo de Faé. Pasó a octavos como el mejor tercero y se vio las caras contra Senegal, la campeona del 2023. Todo hacía indicar que caería eliminada, pero Costa de Marfil obró el milagro gracias a un gol del exbarcelonista Franck Kessié en el minuto 86 y logró deshacerse de la selección de Sadio Mané en la tanda de penaltis.

En cuartos de final, Les éléphants –apodo con el que se conoce a la selección en francés–, se enfrentaron a Mali y después de ir perdiendo por 1-0 desde el minuto 71, Simon Adingra anotó el gol de la igualada en el 90 y mandó, una vez más, el encuentro a la prórroga. Y ya en el tiempo extra, Oumar Diakité hizo el 1-2 en el minuto 122. Nuevo milagro.

Los milagros y el fútbol han ido de la mano a lo largo de toda la historia del deporte rey, pero hay algunos que, por su magnitud, rompen los límites de todo lo imaginable

Costa de Marfil tan sólo había ganado un partido en los 90 minutos reglamentarios. Y en las semifinales frente a la República Democrática del Congo, el equipo de Emerse Faé consiguió eliminar a la selección de Cédric Bakambu en el minuto 65 gracias a Sébastien Haller, estrella del Borussia Dortmund e ídolo de Costa de Marfil que superó un tumor testicular. Es decir, segundo partido de todo el torneo en el que combinado africano logró ganar sin necesitar prórroga.

Juegan la final contra Nigeria

Además de ser un deporte milagroso, el fútbol también da a los equipos una segunda oportunidad. Y la final de la Copa de África la jugarán este domingo Costa de Marfil y Nigeria, dos selecciones que, si leen más arriba, ya se enfrentaron en la fase de grupos.

Los pupilos de Emerse Faé buscarán la revancha ante la selección nigeriana, que cuenta en sus filas con jugadores de la talla de Victor Osimhen (Nápoles), Wilfred Ndidi (Leicester City), Kelechi Iheanacho (Leicester City), Ademola Lookman (Atalanta), Alex Iwobi (Fulham), Victor Boniface (Bayer Leverkusen) y un viejo conocido de la liga española como Samuel Chukwueze (ex del Villarreal, ahora en el AC Milan).

Una final es una final y Costa de Marfil tratará de completar la machada y llevarse a sus vitrinas su tercera Copa de África, después de las conseguidas en 1992 y 2015. No será un partido fácil, ya que Nigeria es la gran favorita para llevarse el torneo, pero la selección de Emerson Faé ya ha demostrado que los milagros sí existen.