El desastre millonario del Chelsea: de soñar con volver a lo más alto a ser un equipo de media tabla
El gran número de fichajes, los constantes cambios de entrenadores y la inestabilidad están provocando este descalabro
El Chelsea inglés vivió una de las mejores etapas de su historia bajo la propiedad de Roman Abramóvich. El magnate ruso llegó a la capital inglesa en el año 2003 y dio un lavado de cara impresionante al conjunto blue, que nunca había tenido esa condición de equipo grande en el país británico. El de Sarátov fue dueño del Chelsea hasta febrero de 2022, fecha que coincidió con el inicio de la invasión rusa de Ucrania. Y ahí fue cuando dio comienzo el proceso de venta del club británico.
Abramóvich se vio salpicado por las sanciones financieras impuestas a Rusia por Reino Unido y la Unión Europea y en mayo de 2022 dejó definitivamente el club. Su sucesor en el cargo fue el magnate estadounidense Todd Boehly que aterrizó en Stamford Bridge con toda la ilusión del mundo y dejando claro que el Chelsea iba a volver a ser un equipo grande en la Premier League y en Europa. Cabe recordar que las dos Champions que consiguió el Chelsea se ganar durante el mandato de Abramóvich.
Boehly se mostró, desde el primer minuto, como un tipo ambicioso, metió una gran cantidad de dinero en las arcas del club inglés y se deshizo de la inmensa mayoría de la plantilla para traer a futbolistas jóvenes con precios millonarios. Esto se ha visto que, después de casi dos años, le ha salido mal.
De nada ha servido fichar a los Madueke, Disasi, Mudryk, Enzo Fernández, Caicedo. Son futbolistas prometedores, pero el Chelsea necesitaba otra cosa para intentar volver a lo más alto. Hasta el propio Thiago Silva, una de las figuras más veteranas del conjunto blue, lo reconoció recientemente: «Necesitábamos fichajes, pero no cambiar el equipo entero». Más claro, imposible.
La realidad del Chelsea es que se ha gastado la friolera de 1.052 millones de euros y ese desembolso no ha servido para nada. En la actualidad, el equipo londinense marcha en la undécima posición a doce puntos de los puestos europeos. Boehly no compró el Chelsea para eso. Y el problema es que el equipo inglés tampoco está acertando con el entrenador.
Cuando Boehly llegó a Stamford Bridge, el alemán Thomas Tuchel era el entrenador blue. Sin embargo, el 8 de septiembre fue Graham Potter el que cogió el relevo del germano. El inglés estuvo al frente del equipo hasta el 2 de abril de 2023. Después de Potter, llegaron Frank Lampard y desde el 1 de julio de 2023, Mauricio Pochettino es el entrenador del Chelsea.
El Chelsea apostó y confió en Pochettino. El técnico argentino había triunfado en el Tottenham y desde Stamford Bridge creían que iba a suceder lo mismo. Y en febrero de 2024, la cosa va incluso peor de lo que se esperaba. Su objetivo es acabar lo más arriba posible, aunque saben que entrar en competiciones europeas es realmente complicado.
Lo mejor que ha hecho el Chelsea esta campaña es llegar a la final de la Carabao Cup. En dicha competición, el conjunto blue se quedó a las puertas de un título que hubiera calmado las aguas y perdió este pasado domingo ante el Liverpool de Jürgen Klopp en la prórroga (1-0). Lo único que le queda esta temporada es la FA Cup. Por el momento, el Chelsea está en la quinta ronda y se enfrenta al Leeds United el próximo miércoles.
En definitiva, la realidad del Chelsea es la de pelear con equipos de media tabla como el Crystal Palace, Nottingham Forest, Bournemouth, Brentford, Fulham y de evitar el descenso. Los tres motivos que explican esta caída son el gran número de fichajes, los constantes cambios en el banquillo y la inestabilidad institucional.