La infinidad de negocios cuestionables que está llevando a cabo Laporta para sanear la economía del Barça

Joan Laporta volvió a la presidencia del FC Barcelona en marzo de 2021. El abogado catalán reapareció en la primera línea del fútbol después de fracasar en su aventura política. Sin embargo, la situación económica que se encontró fue completamente opuesta a la que él le dejó a Sandro Rosell en 2010. En esa época el club vivía uno de los mejores momentos de su historia y en 2021 estaba al borde de la quiebra.

Esto llevó al actual presidente a tomar decisiones complicadas y que suponían además hacer lo contrario a lo que dijo durante la campaña electoral. Aseguró que Messi se iba a quedar y le enseñó la puerta de salida, prometió traer a Haaland y era un fichaje imposible y se vio obligado a prescindir de otras estrellas como Griezmann porque no podían pagarlas.

Así comenzó Laporta se segunda etapa y su popularidad, como es lógico, cayó en picado. Por ello, y por los malos resultados del Barça, el presidente buscó vías de financiación para armar una plantilla a la altura de la historia del club. Las ya famosas palancas sirvieron para que el equipo se reforzara, pero las fuentes de financiación estuvieron desde el minuto 1 en entredicho.

En teoría, las palancas era la venta en distintas etapas de parte del patrimonio del club para poder sanear las cuentas. Derechos televisivos, merchandising y productos oficiales del club fueron los utilizados para lograr dinero. El Barcelona vendió un 35 % de sus derechos para la TV a Sixth Street por un periodo de 25 años. Esto significa que el Barcelona recibió un dinero anticipado para rechazar en todo ese tiempo ese porcentaje de sus ingresos.

Más palancas activadas

El verano de 2022 tuvo más palancas y el Barcelona vendió el 25 % de Barça Estudios a Socios.com por 100 millones de euros. En esta plataforma se encuentra toda la oferta audiovisual del club y Laporta vendió otro 24,5 % más a Orpheus Media, una empresa administrada por Jaume Roures, al ver que le faltaba dinero para poder inscribir a todos sus fichajes.

Así cerró el club catalán ese ejercicio y en 2023 el Barcelona vendió el 29,5 % de Barça Vision (una plataforma de contenidos para el futuro Espai Barça Digital) al fondo alemán Libero y a NIPA Capital. Con esta venta se supone que iba a ingresar 120 millones de euros y logró convencer a LaLiga para poder inscribir, pero la realidad es que la mitad de ese dinero nunca llegó y por eso ahora mismo incumplen el Fair Play Financiero y no pueden inscribir ni fichar a nadie.

De ahí que Laporta se lanzara a buscar nuevas empresas que cubrieran los millones que habían dejado de ingresar y encontró a WhiteBIT, una empresa ucraniana dedicada a las criptomonedas y que ya es patrocinador global del club. Esta vía, como sucedió con Aramark, era para cubrir los millones que dejó sin pagar Libero, aunque una vez que han podido inscribir a Dani Olmo, parece estar descartada por el momento, ya que los esfuerzos de Laporta están ahora en cerrar un nuevo acuerdo con Nike.

La marca deportiva, a la que Laporta lleva cuestionando desde que volvió a la presidencia, podría ser ahora la salvación del Barcelona. Es curioso, porque desde la zona noble del Camp Nou deslizaban que su compromiso con Nike (asegurado hasta 2028) no era del todo satisfactorio y por ello valoraban cambiar de marca o incluso producir ellos mismos la ropa. Ahora, esto parece haber cambiado y el presidente azulgrana quiere cerrar cuanto antes el nuevo acuerdo.

Según las primeras informaciones, el FC Barcelona se embolsará 90 millones de euros por temporada tras el acuerdo con Nike, además de percibir una prima de 120 millones por alcanzar el nuevo convenio. Este acuerdo corría una prisa tremenda para el club azulgrana y presionaban a LaLiga para que aceptara. Sin embargo, después de no haberlo necesitado para inscribir a Olmo, han optado por asumir que van a incumplir el fair play al cierre del mercado y lo presentarán con más calma para el mes de enero.

Descartado el aval

Así las cosas y tras meses de negocios con numerosas empresas, parece que todo ha quedado parado por el golpe de suerte que tuvieron para inscribir a Olmo. El Barça cierra sin más incorporaciones un mercado de fichajes decepcionante y esperarán a la próxima ventana para incorporar el extremo izquierdo que desean. Ningún directivo tiene previsto avalar con su propio dinero —como hicieran en el pasado— y seguirán negociando en todos los frentes que tienen abiertos. Laporta aseguró que el Barça acabaría el verano en la regla 1:1 y ha vuelto a faltar a su palabra.