La saga Simeone continúa en el Atlético: la difícil tarea de entrenar a tu hijo y no dinamitar el vestuario
Giuliano ha pasado de ser un recogepelotas en el Calderón, recogiendo balones al equipo de su padre en 2015, a marcar goles para el equipo que dirige el Cholo Simeone
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El apellido Simeone está asociado con el Atlético de Madrid desde hace más de una década. Diego Pablo 'El Cholo' Simeone ha dejado una marca indeleble en el club, construyendo una identidad y estilo de juego inconfundibles. Sin embargo, en la temporada 2024/25, la relación Simeone-Atlético ha tomado una dimensión personal única: el Cholo ahora entrena a su hijo, Giuliano Simeone en el primer equipo. Este vínculo trae consigo desafíos y oportunidades, tanto en la dinámica de vestuario como en la proyección deportiva de Giuliano.
Giuliano Simeone, el menor de los hijos futbolistas del Cholo, comenzó su carrera en las categorías inferiores del Atlético de Madrid, pasando por los equipos juveniles con una proyección que ha impresionado a los entrenadores. A diferencia de otros «hijos de» que cargan con el peso de la fama de sus padres, Giuliano ha forjado su propio camino con esfuerzo y dedicación, destacando por su intensidad y entrega en cada partido.
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Una dura lesión de tibia en el Alavés
Tras hacer la pretemporada en 2021 con el primer equipo, regresó al Atlético B para jugar en Tercera RFEF, marcando ocho goles en 10 partidos entre los meses de noviembre y diciembre y consiguiendo el ascenso. Su buen rendimiento le llevó a debutar a las órdenes de su padre en el primer equipo en un partido de Liga frente al Granada, en abril de 2022. Finalizó la temporada en el filial con 25 goles en 36 partidos y en julio de ese año se marchó cedido al Zaragoza de Segunda División.
Con el equipo blanquillo fue el máximo goleador del equipo con 9 goles, y fue uno de los jugadores más determinantes en esa temporada. Lo que le hizo dar el salto a un equipo de primera categoría. La temporada 2023/24, Giuliano se fue cedido al Alavés, donde pudo acumular minutos y experiencia en Primera División.
A pesar de sufrir una grave lesión de rodilla en la que se partió la tibia en agosto de 2023, regresó en enero de este año y su rendimiento fue sólido, destacándose como un delantero con garra y habilidad para definir en momentos clave. Jugó 16 partidos y marcó un gol. Gracias a su desempeño, regresó al Atlético esta temporada a sus 21 años, ganándose un puesto en la plantilla con trabajo duro, más allá de los lazos familiares.
Ha vuelto para quedarse en el Atlético
Marcó su primer gol como rojiblanco en el último partido de Liga frente a Las Palmas y se besó el escudo. Ya acumula tres partidos consecutivos como titular en el once del Cholo Simeone, incluido el último contra el PSG en Champions. La temporada 2024/25 está siendo de consolidación para Giuliano Simeone. Hasta el momento, ha participado en varios partidos de Liga y Champions League, logrando destacarse tanto por su trabajo defensivo como por su presencia ofensiva.
Diego Simeone siempre ha tenido claro que, aunque Giuliano lleve su apellido, debe ganarse el respeto en el campo como cualquier otro jugador. En diversas declaraciones, el Cholo ha enfatizado que su hijo no tiene ninguna ventaja por ser su hijo. «Él sabe que aquí tiene que esforzarse al máximo para estar en el equipo. No voy a regalarle minutos ni trato preferencial; si está en el campo, es porque lo merece, no porque sea mi hijo», comentó recientemente.
Además, el Cholo ha reconocido que su relación con Giuliano tiene una dualidad compleja: «En casa es mi hijo, pero en el campo es un jugador más. A veces es difícil, pero ambos sabemos separar las cosas». Esta claridad ha ayudado a evitar tensiones en el vestuario, ya que los compañeros de Giuliano respetan su esfuerzo y valoran su contribución sin sospechas de favoritismos.
Historias de padres e hijos en el fútbol
La combinación de un entrenador y su hijo en el mismo equipo no es un caso único en el fútbol. A lo largo de la historia, varios técnicos han tenido la oportunidad de dirigir a sus hijos, aunque no siempre con éxito. Estos ejemplos subrayan la complejidad de combinar la relación familiar con la profesional, donde el talento y el esfuerzo deben prevalecer sobre cualquier vínculo personal.
Johan Cruyff, una leyenda en el fútbol y entrenador del Barcelona, tuvo la oportunidad de dirigir a su hijo Jordi. Aunque Jordi fue una promesa destacada, su desarrollo bajo la dirección de su padre estuvo siempre bajo la lupa de la prensa y la afición, lo que añadió una presión extra. Juntos consiguieron ganar la primera Copa de Europa para el FC Barcelona en 1992.
En el AC Milan, Cesare Maldini dirigió a su hijo Paolo, aunque en circunstancias muy distintas, ya que Paolo era ya una estrella consolidada. La dinastía Maldini es uno de los ejemplos más notables de legado familiar en un mismo club. Más reciente es el caso en el Real Madrid Castilla, Zinedine Zidane dirigió a su hijo Enzo. Aunque Enzo no logró un ascenso al primer equipo de la magnitud de su padre, esta etapa en el filial fue importante en su carrera.
La presencia de Giuliano Simeone en el Atlético de Madrid representa no solo la continuidad de un legado, sino una oportunidad para que el apellido Simeone siga resonando en el club más allá de la era del Cholo como entrenador. Giuliano tiene un futuro prometedor y parece decidido a escribir su propia historia.
Para el Cholo, dirigir a su hijo en el campo es un reto y, a la vez, un privilegio, uno que ambos parecen estar manejando con equilibrio y respeto. Giuliano ha pasado de ser uno de los recogepelotas en el Vicente Calderón, recogiendo balones al equipo de su padre en 2015, a marcar goles para el equipo que dirige el Cholo 9 años después.