El fin de Laporta podría estar cerca tras la ruina con Dani Olmo: «Está haciendo bueno a Bartomeu»

El escándalo con el caso Dani Olmo podría ser el final de Joan Laporta como presidente del FC Barcelona en esta segunda etapa. El abogado y empresario catalán, de 62 años, regresó a la presidencia del equipo azulgrana en 2021 como el salvador de un club que pasaba por una situación delicada y casi cuatro años después las cosas están todavía peor. Ruina total en 'Can Barça' y lo peor podría estar por llegar.

Joan Laporta volvió a la presidencia en marzo de 2021 con un 54,28 % de los votos, superando de manera clara a Víctor Font, que acabó en segunda posición con el 29,99 % de los votos, y Toni Freixa, tercero con el 8,58 %. Es decir, Laporta logró una mayoría absoluta gracias a los grandes resultados deportivos que tuvo su primera gestión y a las promesas que hizo como, por ejemplo, fichar a Haaland.

No tardó nada Laporta en darse cuenta que todo lo que había prometido en campaña no era posible y no tuvo más remedio que abrocharse el cinturón y comenzar una época de recortes. Fracasó en su gran promesa de retener a Leo Messi, forzó a irse por la puerta de atrás a grandes leyendas como Piqué o Jordi Alba, malvendió a fichajes estrellas como Griezmann e hizo un equipo de emergencia con jugadores como Luuk de Jong.

Una época muy desilusionante para un Barça que tan solo unos años atrás estaba considerado como el mejor equipo del mundo. Por eso, y al ver que su popularidad caía y que el nombre del Barcelona estaba siendo arrastrado, trajo de entrenador a Xavi Hernández —que fue su escudo perfecto—, hipotecó el club con las famosas palancas para fichar de nuevo grandes jugadores y se lanzó otra vez a hacer grandes promesas como la de incorporar a Nico Williams.

Una Liga y una Supercopa de España

La gran inversión hecha por el Barcelona en el verano de 2022 le llevó a ganar la Supercopa de España y la Liga en 2023. Las palancas con las que Laporta hipotecó el club a 50 años dieron sus frutos, aunque fue pan para hoy y hambre para mañana y realmente la esperanza estaba en la cantera. Jugadores como Pau Cubarsí, Gavi, Balde, Casadó o Lamine Yamal, a quien el Barça se agarra como a un clavo ardiendo, son lo único que tiene ahora un equipo en ruinas.

Todo esto tenía decepcionada a parte de la afición azulgrana pero lo veían como algo necesario. Unos años de malos momentos económicos para después volver a poder fichar a los mejores del mundo y competir de nuevo ante los grandes de Europa. Así lo vendía Laporta, que siempre ha sacado pecho de su gestión, y así parecía que iba a ser, pues el Barça es el equipo que más audiencia genera en televisión, uno de los que más aficionados por el mundo tiene y que más camisetas vende. En definitiva, una máquina de hacer dinero, o al menos eso creíamos.

Sin embargo, este verano se empezó a ver que la cosa estaba bastante peor de lo que se pintó en los últimos tiempos. Es decir, que estaba similar o hasta peor que en 2021, cuando Laporta cogió el club. El presidente azulgrana aseguró que no entraban en la regla 1:1 porque «no querían», que podían «fichar a Nico Williams» y que la crisis era pasado. En cambio, nuevamente se ha visto que es presente, pues ni regalando a Gündogan consiguieron inscribir a Dani Olmo y tuvo que ser una carambola la que permitiera darle una ficha hasta el 31 de diciembre, fecha pasada y Olmo sin ficha.

La afición del Barça se harta

Todo este desastre ha alcanzado su máximo en el inicio de 2025, cuando ha caído la inscripción de Dani Olmo, un problema que le puede costar al Barcelona hasta 258 millones de euros y que supondría el final de Joan Laporta. La paciencia tiene un límite y la de muchos culés ha llegado a su fin. «Esto pasa cuando se hace todo de forma chapucera a última hora. Está haciendo bueno a Bartomeu», cuenta un socio del Barça con más de 25 años de antigüedad.

«Le voté y me arrepiento. Son todo el rato mentiras. Si Olmo acaba marchándose tiene que dimitir», explica otro soci azulgrana, reflejando el sentir de la masa social, que se siente engañada y convencida de que si lo de Olmo no se soluciona de manera satisfactoria el adiós de Laporta está al caer. «Ha montado una directiva de amiguetes y pasa lo que pasa».

Las próximas elecciones, a las que en principio se presentará Laporta, serán en 2026, aunque viendo como están las cosas en la Ciudad Condal, nada es descartable. El presidente está en la cuerda floja y el caso Dani Olmo todavía no tiene escrita su última página.